Resulta que lo que parece fácil no siempre lo es. Lo que para uno es sencillo, para otro es complicado.
No es difícil de comprender, aunque algunos no puedan o mejor dicho no quieran verlo.
Existen además determinadas personas que, aunque sepan de la complejidad del asunto, si no lo hacen ellos, por omisión o incompetencia, lo tildan de sencillo. Llamando incluso a la suerte.
Pero si es tan sencillo, ¿por qué no lo realizan ellos mismos? Pues porque cuando otro lo hace, resulta fácil, pero por el simple hecho de que ya está hecho. Es como la historia de Colón y el huevo…
¿Qué cuesta reconocer el valor de los hechos, aunque sean de los demás? ¿Qué problema hay? o ¿qué problema tienen algunos y algunas?
Simplemente los “mediocres solo pueden tener algo de gloria viendo hundido a los demás”.
Pues dejemos la mediocridad al lado, la humana, sobre todo, y alegrémonos por los aciertos de los demás. Aprendamos de ellos y seamos todos mejores… así nos iría mucho mejor.
Si no quieres hacer eso, no hay problema. El clan de la envidia y los agoreros está siempre abierto a nuevas inscripciones. No tiene cupo máximo ni distancia de seguridad.
Mientras, desde el otro lado miramos con estupor, pero con ganas de seguir avanzando en la vida. Que para dos días que vamos a estar por aquí…
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