Instaurado el caos, solo los locos bailan…
Instaurado el desastre, solo aparecen sonrisas dibujadas…
Instaurado el desconcierto, cada uno toma sus medidas…
Instaurada la catástrofe, resurgen héroes del desgobierno…
Instaurado el cataclismo, todos parecen payasos…

Stop. No rebobinen. Abandonen la película completa en el estante. Nada de ficción. Caos, desastre diario, desconcierto total y la catástrofe continúa creciendo rozando el cataclismo.
Mientras, nuestros políticos se pelean en un ring de pacotilla por ver quién es más guapo y quien tiene la mansión más grande, a costa del pueblo, nuestra juventud -en general- de pasa por el forro las medidas de seguridad e higiene y seguimos fumando por la calle con la mascarilla en la barbilla. Y mientras, nuestros patriotas, esos patriotas que tanto les importa a los pijos de la banderita siguen muriendo. Y mientras, nuestros mayores sufriendo por hijos y nietos encerrados descontando días, semanas, meses de su ya escasa cuenta atrás… y mientras… y mientras… y mientras…
Solo un loco genial, capaz de tomarle el pulso a su díscola vida a golpe de balazo es capaz de implantar su justicia y sonreír de forma desafiante puede unir al pueblo. Y lo hace instaurando el caos…
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