¡Sevilla! ¡Jueves Santo!
Hoy, con bonhomía bien podría, rimar Sevilla con maravilla y, sin titubear, con sevillana ataviada de mantilla, pero no utilizaré una rima tan sencilla para iniciar este manuscrito.
¡Sevilla! ¡Jueves Santo!
Visitas obligadas a los Sagrarios y al fotógrafo de cabecera para que inmortalice ese momento, en que juntos, y del brazo paseas por el reino.
¡Sevilla! ¡Jueves Santo!
Sevilla… ¡Jueves…! No sé qué más versarte si aunque algunos parezcan que quieren dejarte, la totalidad te tiene emperifollado otee donde otee, pise la coordenada de tu suelo que pise.
¡Sevilla! ¡Jueves Santo! Y aún sigo soñando con un palio flamenco y muy torero que se marcha y a lo lejos, Esperanza de Triana Coronada.
¡Sevilla! ¡Jueves Santo! Mañana de colas plenas de Esperanza a la espera de la primera, Fundación Negra y Cigarreras por su barrio.
Latigazos morados, Ángeles negros, caballos por Álvarez Quinteros; Jueves de Plaza de los Carros, de Montesión , Rosario por Trajano, Exaltación de Quinta y Solemne Angustia, ¡inmenso Valle de Lágrimas!
¡Sevilla! ¡Jueves Santo!
Jueves de Anunciación, de paño de la Verónica, de instantes previos a la crucifixión, de paso superlativo de plata, ¡se me llenan de lágrimas los ojuelos! ¡Te espero y te oteo! ¡Te rezo y te contemplo! ¡Mi Señor de Pasión!
¡Sevilla! ¡Jueves Santo!
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