Largas travesías cruzadas de uno al otro confín; mapa recorrido tachando todas y cada una de las batallas libradas con un único denominador común.
Trozos de carbón inagotable que moviliza las calderas de mi vida cruzando los parajes más agrestes, puentes encima de la nada y las colinas más complicadas por laderas imposibles.
Gasoil que me lleva a tu ritmo, acelerando ese TDI que nada tiene de turbo ni de inyección y sí mucho de Talismán De Ilusión.
Gasolina por las nubes que me teletransporta como Goku, de una en otra, dando lo mejor de sí, sintiéndome súper guerrero en todo momento por ti.
Molino sin gigantes, viento que… ¡qué digo viento!, vendaval que me lleva a buen puerto, con y sin velero, con y sin ganas, con y sin remedio…
Aguas vivas que te atrapan y te conducen, te impulsan y te guían con fuerza sobrenatural incontrolable.
Sol, luz,… no hay placa solar en el mundo que sea capaz de absorber tanto y aportar aún más. Capaz de calar y calentar la habitación de mi alma y provocar un efecto fotoeléctrico y “fotohumano” que me hace saltar y seguir caminando al ritmo necesario.
No hay mejor combustible que tu sonrisa…
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