La idea de jugar a la consola no resultaba tan atractiva con una cama vacía. Salió al balcón y se le llenó el corazón de recuerdos relacionados con Martina y el infinito celaje.
Miró el mando de juegos, y le vino a la mente la cesta de la ropa sucia…
Katy Núñez
Las tardes estivales nos tumbábamos en la era mirando las nubes a nuestra
hora favorita después de la merienda y antes de ir a cenar, cuando la luz
del crepúsculo dibuja formas caprichosas en las nubes y jugábamos a
descifrarlas:
—Mira, un elefante -señalaba Pedro
—No, un dromedario -corregía yo
Arancha Naranjo
I
Atardecía. Exhausto, bajó las escaleras del bloque y puso rumbo al paseo. En un grito mudo pero desesperado miró al cielo. Lo entendió: Todas las vidas tienen su propio celaje.
II
Qué más me da si amanece o anochece.
A todas horas me gusta disfrutar de ti, de tu gente, de tus calles, tu olor a sal y tu alegría inocente, canalla y valiente.
El celaje te toca y a mi los celos me enloquecen.
III
Al amanecer, luz del alba raso; al atardecer, candela de cobrizos.
No se interponen en su camino los algodones que lo decoran cual hechizos.
Rocío C Gómez
Un lienzo sobre la pared habló: encontraron la inspiración en el cielo hispalense. Entonces, el atardecer despuntaba, las nubes congeniaban con hechuras caprichosas imponiéndose ante colores rosados, púrpuras y violáceos. El celaje se hacía patente en Sevilla.
Patricia Delgado
LIBRE
Navegando en Amanecer me enfrento al viento de Barlovento.
Un bandazo amenaza con arrancarme la caña del timón de entre las manos.
Aseguro los pies en cubierta mientas admiro el celaje en el horizonte.
Y el pañuelo de mi pelo se suelta y vuela en busca de la estela de mi
navío.
Libre, soy libre.
La Renacida
Matices coloristas, paleta de un millar de tonalidades. Atrezzo para la más
bella, techumbres para perder la cabeza y no las proporciones.
Sevilla y sus atardeceres…
Rey San Fernando
I
El cielo se vistió de gala para la ceremonia; todos, botellín en alto
brindamos por su belleza.
II
¿Quién fue el artista que trazó sus mejores pinceladas para ponerte así de
guapo?
III
Cae la noche en La Caleta, una tarde cualquiera de otoño; un botellín,
vaqueros “remangaos”, pies descalzos, ojos atentos y alma a rebosar.
¿Quién da más?
IV
Celaje rima con “age” que es como decir que el cielo tiene un punto de arte
incontestable.
V
No hay mejor embalaje donde enviar el día a descansar. Selene presente.
Juanma García
Cada día es uno de esos momentos para el recuerdo, para sentirlo y vivirlo,
para estar presente y dejar que tus sentidos se llenen de vida.
Alimento para el espíritu. Felicidad plena.
¿Una moneda para vino para este mendigo disfrutón?
El Mendigo
Carreteras nacionales, tumbados en los asientos traseros, ventanillas bajadas, almuerzos en merenderos llenos de moscas, calor, curvas y mareos. Viajes de infancia con las nubes como compañeras de juegos.
Ángel Salgado I
¿Es un pájaro? ¿Es un avión?
Probablemente sean las dos…
Ángel Salgado II
Descalzo por tu playa salada,
recuerdos al sentir tus mareas.
Una luz verde, tenue y callada,
mientras mil nanas me tarareas.
Ángel Salgado III
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