
Pretemporada con sabor a novedades en el cuadro de Florentino Pérez. Atrás quedaron los años donde Cristiana Ronaldo colapsaba todo el fútbol de ataque para dar paso a la hegemonía de Karim Benzema que le abrió las puertas de la gloria a Vinicius.
Hoy, sin el primero ni el segundo, y sin un delantero de referencia de talla mundial, junto con los años de más de Tony Kroos y Luka Modric y la llegada del nuevo niño maravilla al cuadro de Carlo Ancelotti han provocado que el Italiano cambie su 4-3-3.
Desde el inicio de esta pretemporada, el esquema de parece mucho más al que jugaba en su Milan con una defensa de cuatro -luego hablaremos de las carencias-, con una mediocentro por delante y dos interiores. Nuevamente se crea la figura del mediapunta pero, a diferencia de otros equipos, juega con dos puntas abiertos, con mucha movilidad.
El gran beneficiado
Este esquema parece hecho a la medida de Jude Bellingham. El inglés, desde su llegada, ha maravillado por su fútbol, tanto en lo táctico, como en su virtuosismo, sobre todo en la llegada a gol, faceta en la que destaca el joven británico. Tres medios que bien pueden mezclar creación y músculo, con Tchouameni de ancla y Modric, Valverde y Camavinga en los interiores a pierna natural, y un Kroos que también puede ocupar estos puestos pero que Carletto lo sitúa en el lugar de Tchouameni para sacar la pelota jugada desde atrás.
Así, el inglés goza de la libertad necesaria para moverse por todo el frente de ataque, principalmente por el centro cuando los dos brasileños -Vinicius y Rodrygo- se abren a banda pudiendo ponerse de gol con facilidad.
El gran perjudicado
Aunque parezca poco serio, sin duda, el gran perjudicado es la estrella actual del equipo. Sí, Vinicius Jr. se ve obligado a abandonar su banda izquierda y jugar más centrado. Ahí, su velocidad puede ser importante en los desmarques a la espalda de los centrales pero no se abre tanto el campo y su fútbol se ve disminuido en efectividad.
Además, Rodrygo tampoco brilla como en anteriores temporadas debido a que nadie fija a los centrales y no le permite sorprender al hueco.
Este esquema evidencia la falta de gol de un Real Madrid que, por primera vez, en no sé cuántos años, no tiene un goleador claro.
Los laterales
Además, esta forma tan italiana de controlar el fútbol evidencia otro de los grandes conflictos de la plantilla diseñada por Florentino Pérez y su equipo: los laterales.
Por la derecha, solo tiene a Carvajal como lateral claro y las últimas temporadas demuestran que el internacional no pasa por sus mejores momentos. Aún así, siempre da la cara pero se le puede hacer la temporada muy larga si tiene que jugar casi de carrilero en los partidos.
Y por la izquierda, el otro problema: Mendy no es jugador para un gran Real Madrid. El zurdo francés, capricho en su día de Zinedine Zidane lleva dos temporadas arrastrando lesiones y un pésimo juego que provoca claras ocasiones de gol como en el Clásico de Dallas donde un fallo suyo dejó solo a Dembele, mano a mano, con Courtois que detuvo.
Fran Garcia puede ser la solución a estos males pero no sabemos cómo puede afectarle la titularidad en partidos grandes.
Todo este análisis, donde Camavinga sigue siendo vital en su despliegue físico, tanto en el balance defensivo como con sus internadas ofensivas, se puede ver alterado o por la presencia en el once de Joselu Matos por uno de los interiores y retrasar un poco a Jude Bellingham o por el posible fichaje del tan deseado Kiliam MBappé, el cual le daría otro aire a la delantera madridista, pudiendo jugar de ‘9’ y volver al 4-3-3 o bien dejando a Rodrygo en el banquillo y ser Karena de ataque del extremo brasileño.

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