Haciendo eco de la célebre frase del ya ex entrenador sevillista, nunca no puede ser un periodo de tiempo válido para volver a ver ganar al Sevilla FC.
Y eso es lo que ha hecho el uruguayo tanto en liga como en Europa, ganar nunca. Solo las dos victorias coperas ante equipos de inferior categoría.
Hoy, con robo en el minuto 3 de partido, no fue menos. Mano de Juanlu tras rebote en sí mismo, habiendo norma que libera de la sanción, pues penalti en contra y 0-1.
A partir de ahí, lo de siempre. Toque, toque, juego sin finalidad, pelotazo largo y nada.
El Getafe se hizo dueño del partido y marcaba el 0-2 antes del descanso. Todo ante la atenta mirada de un inoperante Diego Alonso que no puso a calentar jugadores. Se quedaría sin ideas pese a su gran labor…cosas.
En la segunda mitad, con los revulsivos Januzaj, Rafa Mir y Suso, más de lo mismo, o peor. Gritos de olé en los pases sevillistas y de Uy cuando el peor 9 que se recuerda remataba fuera. Mientras, en una nueva mano de Juanlu, llegaba el tercero rival.
Cánticos constantes a la directiva, que abandonó de manera masiva el palco en el descanso y hacia los jugadores que sin orgullo abandonaron el terreno de juego sin despedirse de su gente.
Sobran muchos, la mayoría, y algunos a los que señalan no. Cosas de la crispación.
Policía nacionales desplegada en preferencia, alrededor del palco…aunque solo ha servido para echar al entrenador. Por que, ¿Quién despide al que despide?
Lastima que no vivamos en los 90s…
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