
El Betis salió a Torrent con la determinación de un equipo que sabe lo que quiere… y con un protagonista que no estaba dispuesto a dejar que la noche pasara de largo. Riquelme, enorme de principio a fin, firmó un hat trick que no solo encarriló la eliminatoria, sino que levantó la mano con fuerza en un momento clave de la temporada. Su actuación fue madura, valiente y, sobre todo, decisiva. Ortiz completó el 1–4 en el tramo final, en un partido donde lo único gris fueron las actuaciones un tanto apagadas de Chimy Ávila y Bakambu. El resto fue un Betis seguro, reconocible y con buenas sensaciones antes de cruzarse con el Barça.
Desde el primer minuto, el equipo de Pellegrini impuso su ley. Dominio, ritmo y presencia constante en campo contrario. Deossa avisó con un disparo ajustado y, a los diez minutos, llegó la primera firma de Riquelme: encaró hacia dentro, soltó un derechazo y Dolz, traicionado por el bote, no pudo evitar el 0–1. Bakambu tuvo el 0–2 en la jugada siguiente, pero el remate a puerta vacía se marchó inexplicablemente fuera. Aun así, el partido ya tenía color: el Betis mandaba, atacaba y olía a más.
El guion no cambió. Ortiz y Antony gobernaron la banda derecha con autoridad, castigando cada espacio que dejaba un Torrent valiente pero expuesto. En una de esas llegadas, justo antes del descanso, Riquelme volvió a aparecer. Esta vez con un centro-chut que sorprendió a todos y acabó en el fondo de la portería: 0–2 y sensación de que la noche iba a ser suya. En la reanudación, Pellegrini movió piezas pensando en el Barça Junior por Valentín, Ricardo Rodríguez al eje y el Betis siguió controlando sin necesidad de pisar el acelerador. El Chimy tuvo una muy clara en el 61’, pero un defensor la sacó cuando ya se cantaba el tercero.
El golpe definitivo llegó desde el banquillo. Pablo García entró con energía y desparpajo, agitando el partido justo cuando lo pedía. Primero tuvo una ocasión clara de cabeza y luego participó en la combinación que terminó con el tercer gol de Riquelme, el 0–3 en el 75’, puro instinto. El Torrent maquilló el marcador tras un error en una falta lateral, pero la última palabra la tuvo Ortiz, que coronó su gran noche con el 1–4 en el minuto 90. Una victoria rotunda, sin grietas.
Al final, el Betis avanza con la sensación de estar creciendo justo cuando la temporada lo exige. Y si una imagen queda de esta noche, es la de Riquelme levantando el balón bajo el brazo, reivindicándose. Tres goles, una actuación para enseñar y un mensaje claro: está preparado para más. La Copa sigue, el Barça espera… y el Betis llega con confianza y un protagonista que pide sitio.
