
Capirotes, nazarenos, incienso, azahar, palios, cirios, claveles, cruz de guía, tramos, tercio pelo, pasión, domingo de ramos, hermandad, costaleros, cornetas, marchas, penitente, oración…Todo un año de espera interminable.
Patricia Delgado
Durante una fracción de segundo contuve la respiración, me pellizqué el brazo. La luz de la mañana incidía en un esqueleto apoyado en la ventana. No pude por menos que preguntar a un vecino. Me contestó que doña Águeda esperaba interminablemente noticias del novio que la plantó en el altar.
Calila
I
Un reloj que seguía corriendo. Sentado en la nada, pensando en todo. Y aquel tren que no volvería a pasar…
II
Vida detenida mas el sol no cesa.
Su calor ya no siente, el aire lo hace frágil.
Volver ya no era fácil.
La arena no tiene promesa.
III
Martes por la mañana, las legañas nos acompañan.
El hambre aprieta, el aburrimiento no cesa.
El sueño es muy grande, solo podemos esperar eternamente a que suene el timbre de la libertad…
Rocío C Gómez
Y ahí estaba yo, esperando que algún día me miraras de la misma manera como yo te miro desde que te vi por primera vez.
Ángel Salgado I
«Si sales llévate la rebequita». Sabio consejo que fue desoído una vez más… Y esta vez, la última.
Ángel Salgado II
La vida pasa sin darnos cuenta,
dormidos entre problemas absurdos.
De vez en cuando, uno despierta
cuando ya no quedan discursos.
No esperes nada, nunca todo llega.
Respira el aire compartido bien profundo,
sin olvidar que en la vida se juega
y que nada te llevarás de este mundo.
Ángel Salgado III
Te esperé… Mi corazón no lograba amar a nadie más.
Te esperé, cerré mis ojos y dejé al tiempo volar.
Volé con él, volé contigo y ví como te volviste uno con el tiempo.
Mientras yo en mi agonía, seguiré esperándote…
Manuela Sánchez
I
La espera, interminable, se le pegaba al alma como una vela que no prende. Comprendió que a veces uno aguarda más de la cuenta porque el orgullo quiere llegar antes que la verdad.
II
Se quedó quieto, mirando cómo el tiempo se hacía el importante. En aquella pausa descubrió que la impaciencia es un vicio moderno… y que, a veces, detenerse es la única forma digna de avanzar.
Nemesio Laverde
I
Me quedé esperando tu respuesta demasiado. Tanto, que cuando tu primera palabra se expandió a partir de tus labios, mis oídos ya estaban caducos.
II
Así me quedo esperando a que Akor Adams meta un gol.
III
¿Y mi Primitiva pa’cuándo…?
Juanma García
I
La espera se le hacía infinita, como un pasillo sin ventanas. Entre apuntes de filología y sueños de aula, entendió que algunas metas no llegan corriendo: se acercan despacio, como quien sabe que será hogar.
II
Mientras aguardaba, sentía que el tiempo la examinaba. Ella, enamorada de la vida, sostenía el latido firme: sabía que lo que tarda también enseña. Y en esa demora descubrió que crecer es aceptar que nada florece antes de su hora.
Anita