Gracias Ramón,
gracias por tu trabajo, por las plusvalías de los fichajes, que de nuevo nos llevaron a lo más grande. Títulos y más títulos con jugadores que son ya historia del Sevilla FC.
Gracias por volver, pese a haberte ido y dejado al club colgado. Supiste darte cuenta de dónde está tu sitio. Aunque ahora abarques más de lo que deberías y nadie lo entienda.
Gracias Ramón, por tu sevillismo, por defender siempre nuestro escudo. Aunque los shows en Madrid no están sirviendo para nada y nos están haciendo más daño.
Gracias Ramón, pero déjalo ya. Céntrate en lo tuyo, en tu trabajo y no asumas lo que ni el presidente es capaz de asumir. No lo hagas más, por favor.
Gracias Ramón, pero vete ya a tu despacho, cierra la puerta y que no te engañen con discursos derrotistas ni nos vendas discursos triunfalistas que ni tú mismo te los crees.
Gracias Ramón por todo, pero es el momento de ser claros y de hacer autocrítica real, sin postureos ni ofrendas falsas a la grada. Que nosotros ya sabemos cantar el himno…