El callejero como le llaman el Filósofo y Comodoro o las Cositas de mi Sevilla que es cómo se titula y cómo me gusta decirle a mi, esta semana viene cargado de historia y sal, de ese salitre de alta mar y de unos personajes que bien se lo merecen.
Pues bien, todo comenzó para ellos allá por 1492 cuando un navegante tocayo del mejor delegado de la historia del fútbol, se propuso llegar a Oriente pero por el otro lado… como una chavala el miércoles en el programa del Manu en C2 Andalucía que le dijo que era de Lebrija pero que había llegado de Córdoba, a lo cual le respondió el simpático monologuista-presentador: “qué vuelta más tonta has dao,no?”
Pues para mí, este post empezó el domingo pasado. Era tarde, casi las 2:00 de la madrugada y el sueño no me rendía. Ya en mi cama, y escuchando La Rosa de la Vientos en Onda Cero, los presentadores de guiar el programa llamaron a un escritor sevillano, cuyo nombre como comprenderéis no apunté y ahora no recuerdo, el cual ha realizado una obra escrita sobre sucesos históricos y el que predomina en dicho ejemplar es el viaje de Colón y los hermanos Pinzones.
Hasta aquí, nada es novedad, pues hay multitud de libros, novelas y aventuras escritas basadas en aquel viaje. Este autor, sevillano, decía que estudiando dicho viaje y la documentación existente -espero que no leyera “Historia del Almirante” del que después os hablaré…- se encontró con un personaje de la ciudad que decía ser descendiente de los hermanos marineros que siguieron a Colón en su viaje. -Que sí, que lo voy a poner, espera un poquito…- el cual invitó a conocer ya que disponía de una serie de cartas perfectamente conservadas y datadas del siglo XV. Según cuenta este autor, el señor descendiente de estos mari… – bueno, no me resisto más, allá va…
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Después de la coña obligada, os contaré que le habían hecho una serie de pruebas al papel y a la tinta de dichas cartas dónde se decía que tanto Cristobal Soria, uyyyyy Colón, Colón, como los Hermanos Pinzones no pretendían ir a Oriente por el camino más largo, que no eran tan tontos y que sus miras estaban puestas en descubrir nuevas tierras como así sucedió… Me llamó tanto la atención que decidí que esta semana era la ideal para contaros algunas cositas sobre varias calles de Sevilla. Unas calles que nos llevarán desde el barrio más flamenco de Sevilla, San Pablo, al mismísimo centro de la ciudad. Para empezar, y ya no quiero bromas con esto, os diré que los Pinzones no eran 2 como todo el mundo conoce, no, eran tres. Martín Alonso, Capitán de la Pinta era el mayor de los tres. Le sucedía en edad Vicente Yáñez Pinzón que capitaneó La Niña, mientras que con éste iba de maestre el peque de la familia Francisco Martín. Evidentemente, las calles de Sevilla no se las dan a un cualquiera, por lo que allá por el Barrio de San Pablo, entre Kansas City y la Avd. de Montesierra tienen los dos capitanes su calle,, cerquita de sus “niñas de madera”…
how to get free annual credit report in the sense that they are promise to exchange for currency. wp-image-1196″ title=»nina» src=»http://lamoradadelguerrero.files.wordpress.com/2011/05/nina.jpg?w=150″ alt=»» width=»150″ height=»115″ />Dato anecdótico que me apetece contaros es que en el camino hacia MoraDama de la semana pasada, una vez que me encontraba con los dos pies bien adentrados en Francisco de Ariño, miré hacia la derecha para cruzar y me encontré con la calle Pinzones…¿casualidad? Mi rumbo la semana pasada tenía otro destino.
Entre tanto mari…nero y tantos viajes, 4 fueron los de Colón hacia “su” América, aparece otra calle.; un enchufado. El “Belén Esteban” del post de hoy, Hernando Colón.
Este cordobés -de verdad MoraDama, no te enfades, pero le podía el afán por destacar y hacer más grande la figura de su padre- es el falso, el embustero histórico del post. Recapitulemos, tenemos a un tocayo del delegado del Sevilla, a unos mariiiiiii…neros y a un cordobés que ya por aquella época decía eso de “Yo por mi padre MA-TO”. Prosigo que me pierdo…
Pues eso mismo, que la esquina que como diría mi hermano gordito “ya es vuestra” para ver pasar al Señor de la Misericordia de sus Siete Palabras se llama Hernando Colón y llega desde Alemanes a la Plaza San Francisco. Este señor es hijo de Cristobal, y supuestamente de Beatriz Enríquez (vaya golfo que tenía que ser el padre…ya se sabe lo que se dice de los marineros…) –que me refiero a lo de tener un amor en cada puerto, lo de los Pinzones es otra cosa…-
A su favor, decir que era un experto cosmógrafo, historiador, matemático pero las cosas son como son, si no se llama Colón, lo mismo está limpiando las letrinas de la época… Pues para la historia dejó una novela, y digo novela, que contaba las aventuras de su padre enalteciendo su figura gallarda y majestuosa, ya que de historia historia poquito. Se supone que todo lo que aparece ahí es palabra del gran Almirante, todo lo contado por él, pero a su hijo, se le olvidó poner dónde nació su padre, mintió diciendo que él tenía hermanos en la nobleza -¿Isabel?Noooooo, no ves que era “La” Católica…- Fantástico es el detalle de colocar el puerto de Palos en Portugal, quizás no fue el día que daban Geografía al cole. Conclusión para terminar el post, en vez de “Historia del Almirante” le tenía que “Aventuras y desventuras del macho Cristobal y sus amigos maricones”.
nando says
20 mayo, 2011 at 08:27¿El libro «Pequeño manual del Descubrimiento de América» de Jordi Bilbeny? Cuidado que investiga, pero ha llegado a afirmar que «El seseo que se da como un rasgo lingüístico en todos los países americanos de habla española sólo puede provenir del hecho de que los primeros pobladores fueran catalanes y hablasen en catalán».
Y que este libro, «no pretende ser un estudio sobre la catalanidad de Cristóbal Colón, sino que es «una aportación para demostrar la catalanidad del descubrimiento del Nuevo Mundo». ¿investigación o nacionalismo?