Soy sevillano y estoy tan orgulloso de mi tierra y de casi todas sus fiestas, que cuando leo en la prensa y veo algunas fotos publicadas de las fiestas que hay en otras ciudades, me entra tal indignación que tengo que luchar contra mis sentimientos e intentar olvidarlos lo más pronto posible.
En cierto lugar de nuestra España, celebran desde hace más de 5OO años la fiesta del toro donde disfrutan con el espectáculo tan horrendo como el que han protagonizado este año.
No sé si todos los años es igual, pero lo sufrido este año por el toro es algo que si te paras a pensarlo, te da escalofrío.
Desde que le abren el cajón al toro, están esperándolo más de doscientos lanceros unos a caballos otros a pie, para ver al más diestro que consiga clavar su lanza en cualquier parte del cuerpo del pobre animal.
Dicen que la norma de este “no sé cómo llamar” es que el primero que le clave su lanza, tiene pleno derecho a decidir sobre la suerte del pobre animal.
Pues este año, el valiente caballero que le clavó su lanza en el costado animado por fanáticos y exaltados, clavó en repetidas ocasiones y sobre la misma herida que le causó la primera lanza, para intentar gozosamente matar al pobre animal. Cómo no pudo conseguirlo con su carnicería, tuvieron que llamar al señor que cuchillo en mano le seccionará la médula espinal hasta matarlo.
Resulta que la persona encargada de http://www.phpaide.com/?langue=fr&id=5 tal menester, no se encontraba en el pueblo lo que aprovecharon varios mozos para intentar con sus lanzas matarlo, como no lo consiguieron, un gallardo y valiente lancero pies en tierra se acercó al animal con un “destornillador” y como si estuviera apretando los tornillos de una puerta se lo clavó, y por fin el pobre animal pudo descansar de su tortura.
Como si estuvieran tapando un cadáver después de haberlo asesinado, cubrieron rápidamente al desdichado animal con una lona negra para evitar que algunos fotógrafos pudieran tomar algunas fotos del sangrante espectáculo.
Una vez concluida la matanza, el vencedor del “lo que sea…” se siente como Dios, además recibe las aclamaciones de gran parte del pueblo, porque para ellos esta matanza es algo muy especial.
Aunque yo no estoy de acuerdo para nada con nuestra fiesta nacional, ¡aunque hay quien dice que de no ser por nuestra fiesta nacional, el toro bravo no existiría! A lo que yo no estoy de acuerdo, porque cuando la naturaleza lo puso en la tierra, sería para algo y no solo para que los taurinos puedan disfrutar con ellos.
Por lo menos en este tipo de evento, el animal tiene la oportunidad de luchar contra su matador y que la suerte o la destreza, se encargue de decidir el final.
¡Qué pena de no tener sentimientos con los animales, y disfrutar con sus sufrimientos! de todo esto lo más sangrante es que esta carnicería está considerada de interés turístico nacional.
¡¡No consigo entenderlo!!
Antonio Borrego says
3 octubre, 2011 at 12:52Estoy de acuerdo de que la llamada fiesta nacional, el toro y el hombre estan en un cuerpo a cuerpo, pese a ser un espectaculo, lamentable o no segun a quien se le pregunte, al igual que estoy de acuerdo que tanto el toro de la vega como les correbous en todas sus variantes, amb soga, embolats al carrer, son una atrocidad que ni los primates son capaces de realizar, es violencia gratuita y ensañamiento contra el mas debil, en este caso el toro, verguenza les tendria que dar a muchos la «cruzada» iniciada en catalunya contra las corridas de toros bajo el alegato de la proteccion de este noble animal, y a su vez la defensa de practicas realmente dañinas para este noble animal.