El tiempo de Cuaresma es el camino de preparación a la Pascua cristiana, que comienza con el gesto de la imposición de las cenizas.
La ceniza representa la destrucción de los errores del año anterior al ser éstos quemados.
El sacerdote impone la ceniza y dice una de estas dos expresiones: ”Conviértete y cree en el Evangelio” o “Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver”
Cuarenta días de preparación para celebrar la Pascua del Señor.
Es tiempo privilegiado de encuentro personal con el Señor, y favorable para redescubrir y profundizar nuestra auténtica vida de discípulos y estamos a pocos días de iniciar un tiempo litúrgico muy importante para el mundo cristiano.
Es tiempo de penitencia y de escuchar la palabra del Señor.
En este tiempo somos llamados a la conversión a través de la oración, la penitencia, el ayuno y la caridad.
El fundamento bíblico de la Cuaresma se basa en los cuarenta años de peregrinación de las tribus de Israel, para prepararse a constituirse como pueblo en la tierra prometida.
Cuarenta días de ayuno de Moisés en el Monte Sinaí antes de recibir la ley de la Alianza.
Cuarenta días del Profeta Elías para iniciar su defensa del verdadero Dios frente a la expansión de la idolatría.
Cuarenta días en ayuno y oración que hizo el Señor Jesús en el desierto, antes de empezar su misión.
Cuarenta días después de la Resurrección del Señor hasta su ascensión a los cielos.
Según San León, la Cuaresma es un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia propone a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto.
La tradición reza que el viernes de Cuaresma y el miércoles de Ceniza deben regir el ayuno y la abstinencia de cualquier tipo de alimento durante todo el día. Este sacrificio llega al Viernes Santo donde la abstinencia sólo será de alimento preparado con carne.
La excepción a la abstinencia se concede como privilegio por la Iglesia Católica Romana en forma de documento denominado Bula.
El poseedor de una Bula puede ingerir ciertos alimentos en estas épocas, dependiendo del tipo de privilegio concedido.
¿Pero que es la Cuaresma para Sevilla?
Es la margarita que vamos desojando durante todo el año y que nos va llenando de esa “Bomba” de entusiasmo que nos contagia a todos y que por fin explota, cuando vemos al primer nazareno de víspera caminando por sus calles.
La Cuaresma para el sevillano cofrade es ese imán que tienen las hermandades y que por una causa o por otra, nos atrae a ese abismo de alegría donde todos nos dejamos arrastrar.
Con la llegada de la Cuaresma, comienza la Sevilla cofrade a despertar de ese letargo que desgraciadamente dura todo un año, y que casi todos querríamos que durase un poco menos.
Comienzan las hermandades con sus actos de preparación para la que es “Nuestra gran semana”.
Cada Hermandad comienza con su Quinario y con su Función Principal. Días después continúan con el reparto de las papeletas de sitio, con los ensayos de sus hermanos costaleros y con la tarea de la limpieza de la plata de sus insignias y de todos sus enseres, para que el día de la Estación de Penitencia, esté todo perfectamente limpio y brillante.
Al llegar la Cuaresma, las calles sevillanas se adornan con sus naranjos ”florecíos” y en particular con el perfume tan peculiar que desprende el azahar y que nos embriaga a todos.
En casa disfrutamos en Cuaresma viendo como nuestra madre o esposa, prepara con mimo y mucho cariño, nuestra túnica y todo lo referente a nuestra Hermandad para que esté todo perfecto para el día de salida.
Y como no podía faltar las habitaciones de la casa se van llenando con ese olor tan apetecible de nuestras Torrijas y que en estos días, son de obligado consumo.
En definitiva, al llegar la Cuaresma nos sentimos un poco mejor y somos un poco más humano con los que nos rodean.
Todo un año esperando para empezar una cuenta atrás, que realmente fue una cuenta para delante…
40 días, muchas sensaciones y mucho trabajo que realizar dentro de las Hermandades para el OK definitivo. ¡¡Cuánto prioste y cuántas manos de chavales limpiando plata!!
Ay!! Ya está aquí lo bueno…
A HRB.: 00:54
Zurraque, querido niño, me suena a arrabal, a Triana, a calle Castilla, porque no, a ese corral de las ranas, donde un monton de chavales, vestidos con nuestra ovina sobre negro, dabamos vueltas por los patios, cuando, los viernes santo de lluvia, y ayudados por nuestros padres, priostes improvisados, pero experimentados, nos inventaban estaciones de penitencias imposibles.
Una preparación a la madurez, un crecer con un sentimiento, ahi donde nadie puede hurgar, que se va encallando, año tras año, y que termina uno tras otro para arrancar de nuevo esperando el momento, de desaparecer de nuevo bajo tu antifaz negro sobre ovino, llevando, aunque sea por un dia, el peso en silencio, de todos aquellos que ya nos han pasado el relevo. Orgulloso Cachorro mio, alegre contigo mi Patrocinio.
40 dias. Podremos esperar, porque acaba empezando con la magnifica exaltacion de nuestra semana santa, esa que muchos critican, vale, pero de la que todos los que hemos crecido viviendola, bebemos. Cantidad de niños formandose y criandose mamando de los suyos, de sus mayores, aprendiendo a ponerse sus tunicas, y a sentirlas como segundas pieles, que ya nunca más mudaran…
Me alegro, querido niño, que hayas dedicado la mitad de tu post en describir lo que, desde tu punto de vista, es la Cuaresma para Sevilla. Todo lo que describes antes es una Cuaresma histórica y teórica que, para mí, no refleja en absoluto lo que yo percibo en este período. Y, sinceramente, tampoco respiro más humanidad en estos días. Considero, y hablo según lo que veo, que las personas no son más humanas según la época del año. El que es humano refleja su humanidad los 365 días del año, 366 si es bisiesto. El inhumano también muestra su falta de respeto y su maldad es estos días.
Estoy de acuerdo contigo en la belleza que suele desprender Sevilla en sus períodos de Cuaresmas. Y digo suele, porque las inclemencias del tiempo la estropean, más a menudo de lo que nos gustaría. Pero generalmente la mezcla de aromas, azahar e incienso, estremece nuestro sentido del olfato.
Estoy de acuerdo en la dedicación y la pasión que reflejáis los que vivís y convivís en una hermandad, así como sus familias.
Por lo, poco o mucho, que yo respiro de la verdadera Cuaresma me maravillo y emociono ante las diferentes maneras de vivirla.
Me maravillo de la madre que de antemano ha dedicado su tiempo para que su marido y su hijo puedan hacer acto de penitencia. Me maravillo del que se encarga de dedicarse este tiempo el mismo. Me alegro de las mujeres que al fin pueden vivir la experiencia. Me emociona la persona que ya ha planeado cómo va a ser su andanza y por quién la va a hacer. Y, sobre todo, me maravillo con los sentimientos y el estado de ensimismamiento y paz que han conseguido que experimente algunas cofradías.
Al igual que a mi amiga y prima política moradama, me alegro que hayas hecho alusión en la segunda parte de tu post a esa Cuaresma sevillana, que es la que me, no s gusta vivir, y la que he aprendido a vivir desde pequeñita a tu lado, al lado de mis prims, mis padres, y luego con la edad con los amigos y el marido… Esa cuaresma que no entiende de dispensas eclesiales para poder comer carne, esa cuaresma del azhar, de limpiar plata mientras se come pescaíto frito, fundir cera en la caída de la noche, cuaresma de Via Crucis, de debatir mientras te tomas unas cervecitas, de besamanos, de besapies, de pregones recónditos que nos trasladan a las vivencias que de algún modo todos hemos experimentado.
Enhorabuena Niño del Zurraque, ya tenía ganas de leer algon con tintes venidos de tu pluma, que sabes que siempre admiré y me entusiasmó.
Estoy de acuerdo, la Cuaresma sevillana es una de las más hermosas del mundo. Los olores, los sabores, y toda la emoción y limpieza del alma que se siente por esos días… no tienen comparación. Dios los bendiga a todos.
Es una detallada descripción de lo significación de la cuaresma y de lo que significa su celebración para los sevillanos. Siempre he visto con admiración las imágenes de estas celebraciones en Sevilla y me propongo llegar alguna vez a compartirlas en ese escenario especial.
Feliz cuaresma a todos… que disfrutéis de estas fechas que muchos lleváis esperando un año entero…