Te creí… Pensaba que lo que me contabas en aquel rincón escondido de todas las miradas ajenas, era verdad.
Te creí cuando hablabas de amistad, cuando decías que era especial… Te creí sin condiciones y sin dudar.
Decías que te importaba, que mis ojos te hablaban, pero todo fue un engaño, una mentira más. Ahora mirando un año atrás me doy cuenta de todas esas historias, aquellos cafés furtivos, aquellas lágrimas, mentira.
Quiero creer que no fui tan tonta y que hubo un momento en que te importé, porque no puedo digerir que aquello fuesen palabras vacías de toda verdad.
Y ahora duele, quema por dentro. Una mezcla de decepción y enfado, desilusión por aquella pseudoamistad… Intento buscar una explicación, pero no la encuentro por más que miro y recuerdo cada conversación… Todo mentira.
Yo te creí y nada era verdad. Te creí y tus palabras sólo eran engaños, tus acciones impostadas y tus acciones teatro.
Todo mentira y, sin embargo, yo te creí.
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