
Me encontraste ñuto, machacado… me diste tu amor y tu cariño y ahora estoy grande fuerte y bravío.
Espectro Errante
Lo conocíamos del colegio y era un ñuto. No sabía hacer nada práctico y tampoco tenía un pensamiento muy elaborado. Sus padres no sabían qué hacer con él, hasta que le encontraron un sitio en un partido político como recadero. Ahora ya aparece en listas.
Calila
I
Llamé tuño al leve crujido de mi corazón cuando comprendí que crecer duele, pero ennoblece. Fue un sonido breve, casi secreto, como si mi alma templara armas ante la vida.
II
En la biblioteca del Centro Cívico, un tuño delató un libro olvidado. Lo abrí: allí estaba mi vocación, aguardando como un juramento antiguo.
III
Escuché un tuño al poner por fin límites. No fue ruptura, sino coronación: el sonido preciso de mi dignidad reclamando su trono.
Anita
Era tan poca cosa que nadie supo realmente cuál era su nombre. Le llamaban «Ñuto» y vivía en el barrio de toda la vida. Nunca dio un problema y se le notaba en la cara que tampoco tenía muchas alegrías.
El día que se vaya al otro barrio, algunos le echarán de menos. Se preguntarán por qué nunca se pararon a charlar con él. Y entonces, el barrio será menos barrio.
Ángel Salgado I
No daban ni un ñuto por aquel proyecto, pero todos sabían que había que hacerlo. Fue un desastre, pero fue suyo.
Ángel Salgado II
La mirada más efímera, más insignificante, más de verdad.
Ángel Salgado III
Deja una respuesta