Pedro Almodóvar ha visitado hoy Nervión. Anda buscando actores de primer nivel para rodar un remake masculino de su famosa comedia…sin duda, los ha encontrado.
Hoy visitaba nuestro estadio un equipo, uno cualquiera, qué más da…en él, once seres humanos de género masculino vestidos con una camiseta y unas calzonas, ah, y botas reglamentarias. Eso es lo único que necesitamos para ver una derrota en Nervión. Once seres vivos, a ser posible, humanos…
Esta vez, era el Almería, con José Luis Oltrá en el banquillo. Un técnico que se ha limitado a poner orden en el desorden subrealista creado por el loco Lillo, sólo eso. Y con eso y un chavalito, con cara de Messi, hoy, ha conseguido tres puntos, para ellos vitales y para nosotros…también.
Arranca el encuentro con la sorpresa en el once titular de José Carlos. Su jugada en el minuto 4, bien merece una entrada. Lástima que ni fue gol y que fuera casi lo único reseñable del onubense. Este chaval, fichaje de Manolo Jiménez cuando dirigía al Sevilla Atlético, tiene calidad, mucha. En el momento en que le coman el coco y le hagan ver que tiene que ser, el jugador que cree lo que necesitamos, puede ser un crack. Lástima de sangre que no corre por sus venas.
Pasan los segundos, los minutos y se nota en el ambiente que el equipo está nervioso. Quizás un flan sea rígido comparado con las patitas de Alexis, Fernando Navarro, Zokora o Renato. El miedo a pedirla, recibirla y tocarla se hace patente en cada lance.
Partido raro, no dominábamos aunque sí teníamos el balón, pelotazo para allá, balón perdido por acá…y defensa mal colocada.
Partido, incluso entretenido, eran tan malos los dos púgiles que el árbitro se sumó nuevamente a la fiesta.
Justo después de fallar Kanouté un penalti, por unas manos clarísimas de Vargas, minuto 20, el árbitro y su juez de línea suponen, se imaginan, se inventan un gol, llamado fantasma, dónde lo único que hay es un despeje de Renato en la línea de gol. Para variar, 0-1.
Algunos dirán que fue un robo porque el partido cambia, otros dirán que da igual, y otros no tendrán ni palabras para expresar lo que sienten.
Lo único cierto de todo esto, es que nos vamos al vestuario perdiendo y con la sensación de que eso es lo normal, somos una banda y cualquiera nos pinta la cara. Acab la primera parte sin nada más que reseñar.
Comienza la segunda parte y más de lo mismo, nervios, nervios y nervios,… ¿sólo nervios? Bueno, eso y una evidencia en el campo, el Sevilla de hace 8 o 10 años no permitía que en el mercado se escaparan jóvenes jugadores “desconocidos” como Diego Alves y Piatti. Uno, el brasileño, ha hecho un partido digno del Santo Palop de los títulos. Serenidad, control de la defensa, líder, y sobretodo paradones que dan puntos una y otra vez. El otro, pequeñito, argentino, pinta de crack. Rápido, con dribling, visión de fútbol y gol, mucho gol, como lo demuestra con las dos maravillas que ha dejado hoy en Gol Sur. El primero de su cuenta, zurdazo brutal tras reverso que se come, como siempre, un perdido Alexis, en el que pienso que Andrés podría haber hecho algo más…
El segundo, genialidad exquisita dentro del área, digna del mejor de los goleadores…
¿Intentamos un trueque Palop y Laucha por Diego Alves y Piatti? Para qué, los almerienses valen como 5 veces más…Como diría mi filósofo de cabecera, Cosas.
Pero vamos a ser positivos, vamos a inspirar el último de los alientos positivos que nos queda. O no…je je je todo se pega… hoy después de varios días, semanas, meses, años, se ha visto el primer detalle importante de clase a un futbolista con vitola de futuro crack, que costó un pastizal para lo que había hecho. El Laucha, hoy, ha hecho una jugada de crack, de gran jugador. Quizás de ese futbolista que nos hace falta para darle minutos de descanso a Frederick, autor de un gran gol a pase del angentinito. Diferente, rápido, con gran regate…si le dan minutos y los aprovecha, centrándose…Habemus futbolista. En caso contrario, se quemará un chaval que promete muchísimo y será recordado como el chavalito ese, que nos costó 6 millones de euros y otros tantos con sus lesiones de tobillo…
El campo empieza a vaciarse antes de la cuenta, la grada canta “Del Nido , súbeme el carnet” y el equipo pierde la vida. Cada segundo es vital, lo único que nos queda es el latido de nuestro corazón sevillista. Hemos aprobado las cuentas, hemos reconocido errores, muchos. Ha llegado el momento de quitar “tiritas” y poner grandes tratamientos de choque. Necesitamos fichar, mucho y bueno, y necesitamos vender, mucho y malo, y necesitamos subir sangre fresca de la cantera. Muchas necesidades requiere el enfermo.
El guerrero no trae frases célebres, ni proverbios increíbles, sólo se permite levantar la voz y alentar a una directiva, tan brillante en el pasado más actual, como oscura a día de hoy y decirles que: “Aún tiene arreglo. No lo lamentemos en Junio. Estamos más cerca del descenso que de Champions…¡¡¡Miedo, tengo miedo!!!”