Suena el teléfono y aparece ese número que nunca me hizo falta memorizar pues siempre estuvo grabado en mi mente. Y aunque disimule y haga como el que desconoce su proceder, siempre ha estado y ahí estará siempre, por mucho que yo empiece con un ausente “¿dígame?”.
La llamada es lejana, más por la distancia que el tiempo ha interpuesto que por los kilómetros que desde años se han instalado entre nosotros dos.
Oigo tu voz y es la misma de siempre, de ese siempre con el que mi memoria se ha quedado. Con el siempre de esos años en los que todo fue bonito, en los que nada me preocupaba más que verte y saber de ti.
Con ese timbre tan dulce de siempre. Casi un susurro risueño sin llegar a serlo y ese tono de voz alegre que siempre me encantó.
Por supuesto ese no fue el siempre de siempre, pero como lo que quedan son los buenos recuerdos será mi siempre para siempre. Y así cada vez que oiga tu voz o te vea no habrá más que buenas sensaciones revoloteando a mi alrededor por siempre.
Me llena de paz el alma, ese sentimiento que tenía algo apartado por el recuerdo tormentoso de nuestro final más inmediato. Y sonrío y hasta me siento como nervioso por ver como el tiempo, ese que nos ha hecho distanciarnos, ha conseguido su propósito.
Ya no me duele nada, ya hasta lo entiendo todo y si se lo debo a él, seré agradecido y haré mi ofrenda al dios Cronos. Y que mejor ofrenda que esta, la sinceridad de mi corazón, como quise siempre.
Que alegría, en este día tan especial, la de ver como ya no hay sangre derramada ni campo de batalla en mi sentir, el cual camina pendiente de otros menesteres, y que la paz vuelve entre nosotros de la mano de mi musa filosofal.
Como siempre fue o como por lo menos siempre recordaré, y así será para siempre.
ÁS_FdN
Melva Hernandez says
16 mayo, 2012 at 01:37Me encantaaaaa es tan realista que nos pega muy en el corazón, quisiera saber quien es tu musa filosofal saludos en la distancia un abrazo !!!!
el filosofo says
16 mayo, 2012 at 11:44Gracias Melva….mi musa filosofal?? la vida y sus cosas! 😀
celia says
16 mayo, 2012 at 11:29Asi me gusta, hay que tener en la mente las cosas bonitas que hayamos vivido y disfrutado, pero que cuando llega el momento de perderlas, tambien hay que saber vivir sin ellas, porque ademas, a pesar de haber sido muy bonitas, puede ser que vivamos otras mucho mejores, es decir que no hay que aferrarse a ninguna idea por muy buena que fuera, hay que estar siempre mirando hacia adelante y con esperanza de que puede venir algo mejor. Un abrazo
el filosofo says
16 mayo, 2012 at 11:45Siempre mirando para delante y con los recuerdos bonitos en su sitio adecuado… te quiero!! besos
el guerrero says
17 mayo, 2012 at 10:49Pero te he de decir, querido Filósofo que COMO SIEMPRE no…que tú y yo hemos vivido otras situaciones…Y no sabes lo que me alegra esta. Un beso y a seguir escuchando bellas palabras.
el filosofo says
17 mayo, 2012 at 12:03Espero que siempre las sigas escuchando!! jajjaa