¿Pueden solamente tres palabras definir perfectamente a una persona?
¿Se puede ser imperfecta y perfecta a la vez?
¿Cómo una imperfección puede ser perfecta?
¿Como surgió tal definición?
Como veis, mi cabeza se llena de preguntas y todas con un denominador común: Tú.
Tú, ese ser alocado, joven, visceral, nervioso, irreverente en muchos casos, imparable en la inmensa mayoría…
Tú, esa persona que con todas tus imperfecciones me haces reír a cada instante.
Tú y tu forma de ser.
Tú, la culpable de mi actual felicidad; la culpable de nada…
Tras unos instantes de reflexión, me dispongo a tratar de responderme a mis preguntas, algo poco frecuente, pero muy recurrente en este caso.
Las tres primeras preguntas se responden como si una ventana de windows se tratara: Sí a todo.
Es decir, la definición es fantástica porque a pesar de tus defectos -todos pequeños- me resultas especial. Tu vitalidad me ha llenado los depósitos de alegría a pesar de ser como eres… y ahora mismo solo necesitaba este huracán de aire fresco para ayudarme a superar el Mortirolo más difícil de mi vida, llegar a la cumbre, poner la bandera de la M morada en todo lo alto y bajar con muchas curvas pero siempre con una sonrisa…
Como surgió lo dejaremos para nuestra intimidad, porque tú y yo lo sabemos…¡¡qué le importa a la gente como surgió!!
Por todo esto, mi perfecta imperfección.
Solo cuatro palabras, Guerrero: TE QUIERO CON LOCURA!!!!!
No lo olvides nunca…