Días como hoy te echo muchísimo de menos…
Siempre estás en mi mente, siempre. Recuerdo cada segundo que compartimos, aquellos días maravillosos en los que ambos estábamos solos en esos ratos libres míos.
Tú siempre estabas dispuesta para mí. Si yo te necesitaba, acudía a ti y siempre, siempre me abrías tus brazos.
Hoy especialmente no he tenido tiempo para estar contigo y me siento solo, con esa sensación de aquel al que algo le falta. Mi cuerpo está triste, como apagado, a medio gas. Todo por no poder estar un rato contigo.
Hace un tiempo me dineron que tenía que empezar a prepararmemporque este momento iba a llegar y te echaría muchísimo de menos. Mi respuesta en ese instante fue clara: quiero aprovechar todo el tiempo del mundo con ella mientras pueda. Luego ya veré…
Pues ese luego de aquél día ya ha llegado y todo es mucho peor de lo que me lo pintaron. Sin ti no me hayo. Muchas son las horas que hemos pasado juntos, muchos los días que esperaba ansioso nuestro reencuentro y hoy no estás y difícilmente vas a volver.
Las circunstancias de la vida hacen que el vernos sea de los más complicado. Todo es una traba…
Mis días sin ti no son lo mismo, se me hacen eternos, cansinos. Si supieras cuanto te hecho de menos…
Queridos lectores, no imagináis lo que echo de menos una siesta…
el filosofo says
6 noviembre, 2012 at 19:00una buena siesta siempre te estará esperando, ya sea una cabezadita en el bus, en el tren, o mientras tus alumnos hacen los ejercicios…cierra los ojos y la mente hará que descanse tu cuerpo…
un beso!!!
Comodoro says
7 noviembre, 2012 at 14:20A que hora te llamo?????