Paseo cuando cae la tarde sin ganas de volar y mis raquíticas patitas se mojan con el vaivén de las olas que dulcemente mueren en la orilla. Ahí estoy yo, presa de la calma contemplando el pasar de los días:
Pensando en que contarle a su señora cuando llegue a casa, en sus problemas del día a día o simplemente harto de tanta velocidad y ritmo… mirando al frente con orgullo dejándose llevar.
el filosofo says
5 julio, 2013 at 11:30Pensando en que contarle a su señora cuando llegue a casa, en sus problemas del día a día o simplemente harto de tanta velocidad y ritmo… mirando al frente con orgullo dejándose llevar.