Nuevamente apareces en mi vida y nadie te llamó; al igual que la primera vez que te vi nadie te llamó.
Apareciste sin más y en el momento menos oportuno; quizás, las circustancias eran las propicias para que se corriera el telón hacia ambos lados y aparecieras comola Diva que realmente no eres.
Poco a poco y sin que nadie te diera mucho ‘chance’, fuiste acaparándome, acaparándome, acaparándome,… hasta tal punt que conseguiste desplazarme de los míos y de mis cosas y yo tan ingenuo no hacía nada. Cuando quise era tarde…
Apareciste sin más y en tu estancia provocaste secuelas difíciles de esconder; marcas que dejan huella y que por mucho que desees que no estén, hasta que no pase un largo período nada se puede hacer.
Logré zafarme de ti a tirones, a empujones. Conseguiste que perdiera el control, por mucho que yo intentara que no fuera así.
Tras el último zamarreón conseguí huir de tu alargada sombra y aun cuando sigo con los testimonios de aquellos momentos grabados en mi cuerpo, has vuelto a aparecer. Puede que con menos fuerza que la vez anterior, puede que con más y yo esté controlándome para que, con la experiencia anterior, no seas capaz de apoderarte y fagocitarme. Lo cierto es que ha vuelto a aparecer otra vez y empiezan las marcas a marcarse sobre las, aún no borradas, marcas anteriores…
Deseé en cierto modo que vinieras a mí por todo lo que conllevaba. Deseé que no te fueras pronto por la repercusión de todo lo nuestro, anhelaba cuando empecé a sufrirte que pararas porque me veía entre la espada y la pared, Te fuiste; volviste y tus efectos nocivos para mi salud vuelven a florecer…
Querido estrés, querida ansiedad…iros a mamarla!!!!
Fotografía de: spb.fotolog.com
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