No queda la cosa en el anterior post; el día ha venido cargado de chuflas con placas que, como no tienen castigo ni nadie que los controle, se dedican a comer del cuento,a vivir del rollo y a desyunar en los bares de siempre de tertulia y uniformados con pistolas y todo.
No puedo entender, cómo se permite que 3, 4, 5, 6,… policías perfectamente ataviados de porras, pistolas, esposas, y demás artilugios para meter miedo, estén desayunando tranquilamente en un bar con su tostaíta, su cafelito y minutos de relax.
Curioso que otras empresas privadas, prohiban que sus trabajadores salgan de su recinto con el uniforme y a la policía se le permita que cobran del dinero de todos los españoles…
Pero esta no es la cuestión que venía a tratar ya que convivo con todo lo anterior y ya no me sorprende. Encabronar encabrona, pero no sorprende…
Lo gracioso del día es que, después de ver la regañina a la ciclista cuando la tenían que haber multado, sigo con mi coche y a 300, 400 m me encuentro, en medio de una avenida a dos policías motorizados que han soltado la moto «ahí en medio» y estaban de risas, chácharas y por supuesto en horario de servicio. Les daba igual el tráfico, que el semáforo de ese lugar estuviera en ambar por culpa de la obra y todo lo demás. En su horario de trabajo se encontró a un colega y punto. Les faltaba el botellín en la mano…
Gran día para con los hechos vistos con personas armadas y que se suponen que cuidan de nosotros…
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