“Ser o no ser, esa es la cuestión”, decía Hamlet en la obra de William Shakespeare. Ser o no ser depende de las decisiones que tomamos en la vida, aunque no todo dependa realmente de nosotros mismos.
¿Cuántas veces nos chocamos contra la misma piedra, o contra una similar? Si esto pasa es porque no variamos la decisión tomada. Porque si el resultado es el mismo, o la decisión no es adecuada o no se está ejecutando correctamente.
En muchas ocasiones tenemos que decidir rápidamente, un sí o un no que marcará nuestro destino. Izquierda o derecha, salir o entrar. Lo que elijas determinará el siguiente paso y ese el próximo y así hasta que lleguemos al final. Ese final en el que ya no podremos tomar ninguna decisión, porque esa cuestión ya tiene su respuesta marcada, dejar de ser y para no ser.
Así que decidamos bien o mal para que seamos mucho, poco, todo o nada, hasta que nos veamos calavera en mano y nos vayamos a dormir, nada más.

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