Eso siempre lo he oído y me mantengo en la afirmación, la traición, al nivel que sea, por insignificante que pueda parecer el hecho en cuestión, está muy feo.
Pues sí, seguimos jugando en campo de minas, seguimos caminando por arenas movedizas tentando a la suerte con el fin de quedar bien, imagino.
Niños de 4-5 años jugando a la pelota y tras un secretito al oído, pitan el final del partido y acuden a la “grada” a soltarlo como si no hubiera un mañana. Pues extrapólenlo a niños de 40-50 años jugando a ser pelotas y tras un secretillo “al oído”, van silbando al mejor partido y lo sueltan, a su manera, como si no hubiera un mañana.
Analicen el párrafo anterior y aunque solo hay un par de ceros por ahí rondando, y 35-40 años de diferencia, poco difieren ambas cuestiones solo que con un poco de más maldad y menos inocencia…
¿Saben qué? No me gustan nada los chivatos y sobre todo, cuando sacan de contexto las cosas y ponen frases de una tertulia “entre amigos” de la forma que les interesa.
¿Lo más divertido? Que están pillados… será uno entre un pajar, una aguja puntiaguda y afilada que parece que disfrute pinchando.
¿Lo mejor y aún más divertido? Que siempre hay un “más tarde hay más”.
Te pillaré!!
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