Siempre que comenzamos una entrevista nos gusta prepararla un poco, indagar, leer sobre la persona y el personaje, pero la primera pregunta siempre es a pecho descubierto y tal vez, la más difícil de contestar. Cuéntanos…
¿Quién es Isabel Galindo?
Una mujer de 42 años de Cádiz, a la que le encanta escribir, el mar, la interpretación y todo lo que tiene que ver con las emociones y lo artístico. Nada fuera de lo habitual, al menos que yo sea consciente. Hay veces que escribo en una cafetería con los labios pintados de rojo o unas ojeras que me llegan a la barbilla; otras, en casa con la toalla del pelo liada en la cabeza. Odio el calor, me gusta andar descalza, los donuts glaseados de Casa Hidalgo y tengo ordenados mis libros por cómo creo que se llevarían sus autores y autoras. Por ejemplo, a Lorca lo tengo al lado de su hermana, pero lejos de Miguel Hernández.
Hemos leído en tu web un pequeño curriculum vitae que va desde aquellos primeros folios “robados” que se convertían en inocentes cartas “anónimas” ¿Queda algo de aquella inocente niña en la actual Isabel?
Sí, queda esa necesidad de contar las cosas escribiendo, y la sensación de que me expreso mejor así que hablando. Aunque esto último es más una creencia limitante en la que tengo que trabajar. Pero el acto de escribir, la soledad, el silencio que necesito para hacerlo, es algo que creo que siempre estará en mí y donde me encuentro realmente a gusto.
Y… ¿en @ioescritora?
Ambas somos la misma persona, @ioescritora es mi perfil público, el nombre que escogí para el blog y las redes sociales. Al principio del todo el blog se llamaba “YoActriz”, y lo creé para contar las anécdotas que me pasaban en mi vida, mientras ensayaba en un grupo de teatro amateur que creamos algunos nostálgicos del instituto. Lejos de lo que pudiera parecer, le di ese nombre al blog no por ego, sino para reafirmarme en que eso era lo que me gustaba. Más tarde cambió a YoEscritora por consejo de mi padre, y se llamó así por las mismas razones: como reafirmación. Ya cuando creé las redes sociales la y griega estaba cogida, así que opté por la i latina. Y así quedo @ioescritora.
Aunque por suerte parece una pesadilla pasada, nos sigue interesando mucho cómo vivieron nuestros entrevistados aquellos meses de confinamiento.
Mi experiencia en el confinamiento no fue horrorosa, ya que cuadró justo con el comienzo de escritura de la novela y eso me salvó un poco del agobio del encierro. Los meses previos estuve dándole muchas vueltas a varios temas: a si sería ensayo o novela, a si sería capaz de crear unos personajes… Digamos que, aunque la novela la iba a escribir de todas maneras, el enclaustramiento no me vino mal. De hecho, lo incluí en la novela. No forma parte directa de la trama, porque la historia principal se desarrolla años antes, pero sí tomé como excusa la pandemia para contar algunas sensaciones y experiencias.
¿Es @ioescritora Isabel al 100% o se guarda alguna cosita para ella?
Me considero una persona tímida y necesito, por mi propio bienestar, guardarme cosas solo para mí, o para las personas con las que comparto mi día a día. No es algo que haga aposta, pero al final @ioescritora es el perfil de redes sociales y, aunque intento mostrar algunas de mis alegrías y mis penas de manera natural, no puedo -ni quiero- estar retransmitiendo mi vida en directo. Digamos que no está completamente todo lo que soy, pero sí me muestro tal cual: si tengo un día malo, lo cuento; si algo me molesta o me encanta lo cuento en un artículo del blog. De todas maneras, creo que todos nos guardamos algo para nosotros mismos, cosas que no contamos a nadie para no espantar a la gente que queremos.
Por lo que dices en tu propia web, no serías la misma sin esa experiencia en la hostelería. ¿Afirmarías que cada uno de nosotros es cómo trata a un camarero?
Totalmente sí. La educación se demuestra con acciones, y hay ciertos comportamientos que muestran claramente ante qué tipo de persona (o ser de dos patas) se está. Tratar de manera despectiva o maleducada a la persona que está ahí para hacerte la vida más fácil y un agradable rato de ocio… Aparte de grosero, me parece una actitud muy torpe.
Acuarela, todo se volvió acuarela, el universo, la muerte y la escritura… ¿qué más hay en tu obra?
Pues además de todo eso, hay un poco de Cádiz, de Carnaval y, sobre todo, hay emociones. Mi intención era crear una novela sensitiva, que mostrara al lector el proceso del duelo mediante la vida para, llegado el momento, saber a qué nos enfrentamos. El dolor no se va porque sí, pero saber su dirección y profundidad creo que sí puede ayudar a gestionarlo.
¿Qué hay de Isabel en Alonso?
Su amor por las letras, por escribir, por la literatura. Su sensibilidad; la mirada vitalista, sus ganas de hacer cosas y de aprender.
¿Algún libro que recomiendes?
Me resulta complicado recomendar solo uno. Uno de mis libros favoritos es Sostiene Pereira, de Antonio Tabucchi. Me encanta Isabel Allende, cualquiera de ella está bien. Y dos que me conmovieron muchísimo, que recuerdo ahora, es Del color de la leche y Volver a casa.
¿Qué tipo de literatura consumes?
No tengo un género o una época clara. Leo mucha literatura actual, ensayos sobre crecimiento personal y psicología, pero también novela de mediados del siglo pasado, o del siglo XVIII. Tengo más claro lo que no consumo: thrillers, romántica actual y terror. Fuera de ahí, no tengo problemas, siempre que me llame cómo está escrito: que sea natural, que parezca sencillo, cuando no lo es; que lo que me enganche de la historia sea cómo está escrita,contada, como pasa con El verano que mi madre tuvo los ojos verdes. Me encanta mucho que, al acabar un libro, me haya enseñado algo: no ser la misma persona al acabarlo que cuando lo empecé.
¿Alguien a quién admires en el mundillo literario?
Máximo Huerta, al que tuve el gusto de conocer en esta Feria del Libro: su sensibilidad al escribir, escogiendo cada palabra exacta, hace que transmita exactamente lo que siente al lector. Es magia. Agustina Guerrero, también ilustradora, que tiene unas obras magníficas; Milena Busquets, Nell Leyshon, Irene Vallejo o Maggie O’Farrell.
¿Habrá más novelas como esta?
No lo sé. Supongo que exactamente como esta, no. Tampoco segunda parte, porque es una historia cerrada. Pero creo que soy de ese tipo de escritora que siempre está dándole vueltas a lo mismo. Así que si la pregunta es si escribiré otra novela sobre emociones, contestó rotundamente que sí. De hecho, ya he empezado a escribir la segunda y sí, las emociones están ahí, aunque la temática es completamente diferente.
¿Tienes alguna predilección por algún género en concreto?
De momento la novela en donde me encuentro más cómoda, aunque los artículos -que publico en el blog- y el ensayo también me gustan. En este último no he tenido todavía ninguna experiencia, pero ya se verá.
Después de este paseo por las influencias y gustos personales en cuanto a la lectura y escritura, vamos a terminar estar agradable entrevista con una de nuestras preguntas fetiche:
-¿Tortilla de papas con o sin cebolla?
Sin. No me desagrada con cebolla, pero me sienta mal. Así que sin cebolla. Espero no crear una hecatombe por mis intolerancias alimentarias.
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