Nuestra frase carnavalesca con la que resumimos el libro:
«Se admite veneno del bueno»
La boquita prestá, Kike Remolino, 2022
Ficha técnica:
• Autor: Rafael M. Pastrana (Autor), Marcos Pastrana Lorenzo (Ilustrador), Rafael Pastrana Guillén (Prólogo)
• Título de la obra: Sexo, droga y carnaval
• Editorial: Independently published.
• Fecha de publicación: Enero de 2021
• Número de páginas: 326 (formato versión Kindle)
Resumen
¿Hasta dónde serías capaz de llegar para ser reconocido? ¿Y por amor? Rafael Pastrana nos presenta a Lawrence Bahía, un comparsista venido a menos que nunca pudo despegar sobre las tablas del Gran Teatro Falla. Lawrence, un drogadicto con Trastorno Compulsivo Sexual, intenta, incluso llegando a la inhumanidad, hacerse hueco en el mundo carnavalesco teniendo un relativo éxito en su trayectoria, siendo esta en parte de la mano de Macarena, su amor por temporadas e intereses.
Rafael M. Pastrana es un novelista gaditano, carnavalero y autor de comparsas y lecturas gamberras, como él mismo se define, responsable del libro que hoy reseñamos, así como de la obra Roja, Puta y Gaditana, continuación de la presente reseñada.
Valoración
Lorenzo García Ruiz, es un desdichado hombre que, bajo influencia familiar, siempre ha querido ser alguien reconocido en el mundo carnavalesco, pero no ha tenido éxito. Su vida se resume en un carnaval al que no es capaz de darle un toque de arte y sentido, quedando siempre relegado a quedarse en fase de preliminares en el COAC, adicto al sexo sin compromiso y drogas varias. Consumido por la envidia, decide que lo mejor es inventarse un
cáncer, por lo que todos comienzan a sentir lástima e interés por él a partes iguales. Las redes sociales, sus mayores aliadas para sustentar su plan. Pero hay que tener cuidado con lo que se dice y lo que se desea, pues el karma está atento. Y así es como se ve su paso de mindundi a mentiroso, sin abandonar su permanente desdicha y envidia.
En su camino encontramos a Paco y Gabriel, que sorprenden al protagonista de una forma horrible para él; a Macarena, su prostituta de la que se acaba enamorando; y Elena, la principal obra humana para su cruz carnavalesca, entre otros.
La primera cuestión es la propia influencia que el abuelo del protagonista tiene sobre este, lo cual lo vemos magnificado en esta obra. ¿Acaso los autores de carnaval no tienen un pensamiento claro? ¿Cuánta influencia puede ejercer un antepasado en un posible autor nuevo aunque este vea que no sirve ni para tocar un pito de caña? Desde luego, cuando un tonto coge un camino, se acaba el camino y el tonto sigue, como dice el dicho.
La segunda cuestión que nos planteamos es la aceptación de las sexualidades. El pensamiento de nuestro protagonista, Lorenzo, parece sacado de hace dos siglos (por decir alguna época anterior a la actual, claro…) y no contempla posibilidad alguna de que las tendencias sexuales no guardan relación con el carnaval, teniendo este su significado en que es la Fiesta de la Libertad. Ciertamente, es esta una gran crítica del autor a la mentalidad que ya no está de moda y a la que, por supuesto, nos sumamos.
Otra cuestión a abordar, y que es relativa a la anterior, es el elemento feminista, tan en boga sobre todo en los últimos años y, además, tan temido por algunas personas. Encontramos, en este caso, a Elena que se presume de ser la directora de la agrupación ganadora, lo cual aún chirría bastante en el mundo del COAC, como ya vislumbramos. Lo que pocos, o no tan pocos, podemos ver en las líneas de este libro es la poca comprensión que existe entre mujeres, las cuales de su agrupación poco a poco se le intentan amotinar sin éxito. ¿Es esto un reflejo del endiosamiento que también reciben las mujeres? ¿Un conflicto de intereses entre mujeres a lo cual aun algunos seres masculinos (y también femeninos, por supuesto) intentan acoplarse para desacreditarnos? Efectivamente, lo puede ser. Pero no será el único secreto de nuestra directora…
Por último, no poco podemos hablar sobre el sometimiento del amor a la voluntad del otro. Macarena, en este sentido, es un personaje que puede dejarnos perplejos. Reflexionamos, ¿merece la pena? Claramente, no cuando la persona a quien le das ese cariño es un elemento tóxico que sería más fácil quitarlo de en medio que seguir bregando con él y sus propios intereses. A veces es tarde para muchas cosas.
Como podemos ver, Rafael Pastrana, con esta obra nos quiere hacer saber hasta qué punto llegan las influencias y la calidad o la inhumanidad de las personas con tal de conseguir ser alguien en el mundo del carnaval de Cádiz, mostrándonos así una faceta de esta fiesta desconocida para muchos pero igual de verdadera.
Finalmente, también merece la pena rescatar algunas frases que nos han gustado durante la lectura de esta obra, como son:
«Abre los sentidos y déjate llevar por el vaivén de las olas. Cádiz hace el resto»
«¡Ave, Gades! ¡Llegan los romanos a conquistarte!»
«Me gusta tanto el carnaval que una noche me hicieron un control de alcoholemia y al soplar me salió el pito del pasodoble»
Reseñado por Rocío C. Gómez (@cgmezrocio)
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