Todos de pie, aplaudiendo,… este finde semana se ha retirado del ciclismo profesional el genial Alejandro Valverde.
En un país acostumbrado a grandes ciclistas y a campeones de las tres grandes carreras por etapas, hace 42 años nació en Murcia un ciclista de otra época, de naturaleza muy diferente al ciclista nacional.
Si echamos un poco la vista atrás, España ha disfrutado, gozado y aplaudido a Perico Delgado y su manera única de competir la montaña, al gran, único Miguel Indurain, mito del ciclismo, ganador de 5 Tours consecutivos, dos Giros, Recordman de la hora, campeón del mundo contrarreloj y sobre todo, ídolo de masas,…
Posteriormente disfrutamos a Abraham Olano, Roberto Heras, el también genial Alberto Contador ganador de 3 Vueltas a España, 3 Tours de Francia y 3 Giro de Italia pero sin duda, Alejandro Valverde es el ciclista más laureado en cuanto a victorias, Miguelón y sus hazañas a un lado.
Cuatro “Liege – Bastogne – Liege”, cinco veces la Flecha Valona, 1 Vuelta a España, 3 vueltas a Cataluña o 2 criterium de Dauphine e innumerables etapas incluso un Mundial en ruta para que su imagen fuera aún más laureada.
Pogacar ganó en Lombardía y Alejandro acabó sexto… ¿y qué? Es el ganador del fin de semana, tras 21 años como profesional.
Valverde, y sus cinco hijos, vestidos con sus maillots, el amarillo huevo de su Vuelta de 2019, el de campeón de España, el de número uno de la UCI, el del primer Movistar… Y Natalia, su mujer. Los siete, en el podio. Y los aplausos. “Me siento supercontento”, dice Valverde. “El final soñado. Han sido 10 días en Italia increíblemente bonitos. Y cómo he disfrutado hoy aquí trabajando para Mas… Él tenía que estar con Pogacar en el Civiglio. Y así ha sido. Yo he controlado a los rivales y he podido hacer sexto. Es increíble”.
“¿Qué he sido? ¿Qué lugar ocupo en el retablo de la historia del ciclismo?”, dice. “Yo no me pongo en ningún escalón del retablo. No está bien que uno se ponga. Yo me considero un gran ciclista que ha conseguido muchísimas cosas, y cuando miro el palmarés hacia atrás me asombro, jeje, y con eso me conformo. En el lugar que deba ocupar me tenéis que poner vosotros. No sabría decirte yo”.
“Alejandro ha traído a nuestro país pruebas como la Lieja”, dice José Miguel Echávarri, el director que le fichó para el entonces Illes Balears el invierno de 2004,
Ha sido número uno del ranking UCI a los 28 años, a los 29, a los 34, a los 35 y a los 38. En 10 de sus 21 años de carrera ciclista ha acabado la temporada entre los tres mejores del mundo.
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