Cuando se habla del término «Carnaval», —me refiero al auténtico, por supuesto, y no a lo que algunos se empeñan en vendernos como letras carnavalescas—, se suelen mencionar dos palabras que están muy de moda y, que al parecer, tienen cabida en cualquier repertorio, que son: la denuncia y la crítica.
El carnaval, desde sus orígenes, se ha caracterizado por ser subversivo y revolucionario. Me refiero al carnaval auténtico; entiendo la autenticidad del carnaval haciendo referencia a aquellas composiciones críticas cuya intención es la transgresión, la anticipación a los problemas sociales y lo políticamente incorrecto, entre otras cuestiones.
Hoy en día, parece que hay una idea muy extendida entre aficionados, medios de comunicación y cada vez en más contextos sociales referidos al Carnaval de Cádiz, y es que parece ser que se considera crítica a cualquier letra que denuncie una injusticia, situación o problema actual. Con esto quiero decir que el Carnaval siempre se ha distinguido por diferenciarse, por adelantarse a los tiempos. En la actualidad, es impensable que podamos calificar que una letra crítica es aquella que plasma una situación machista y que trata a la mujer en una posición de inferioridad con respecto al hombre. Ese ya es un hecho calificado como injusticia social, es decir, no se aporta nada nuevo ni mucho menos es revolucionario. No se trata de criticar lo ya criticado, de denunciar lo ya denunciado o de defender lo que ya se ha defendido durante años e incluso décadas. Se trata de anticiparse, de poder poner sobre la mesa problemas sociales y políticos de los que aún buena parte de la sociedad no se ha concienciado.
A pesar de que la mayoría de las agrupaciones ofrecen hoy en día letras críticas, a secas, sin más, donde exponen problemas que ya previamente la sociedad reconoce como injustos y que son conscientes, son menos los autores autores que traen letras revolucionarias y subversivas, donde se anticipen y se comprometan socialmente. Básicamente, lo segundo es mucho más difícil que lo primero. Tampoco creo que sea cuestión de ignorancia sino más bien de comodidad, de no querer salir de la zona de confort; existen infinidad de injusticias, problemas y hechos que afectan a la sociedad que pueden incluirse como temas de repertorio carnavalescos. La cuestión es que la mayoría no se atreve, prefiere no mojarse, no señalarse a menos que ya haya alguien que lo haya criticado. De ahí lo que pasa últimamente en el Falla: que muchas agrupaciones llevan en múltiples ocasiones los mismos temas de pasodoble y se repiten incluso en las misma sesiones, se pisan unos temas con otros y se satura al público, del que además no reciben ningún efecto, no les comunican nada nuevo. Al aficionado no le escuece lo que le están contando, no les proporciona un contenido nuevo. Al final, muchos acaban cantando y escribiendo sin diferenciarse de lo que ha escrito el de al lado.
Por desgracia, este es un fenómeno que va aumentando conforme pasan los años. Cuesta escuchar un concurso del Falla donde haya letras valientes, originales y que, de alguna que otra forma, sorprendan al espectador, incomoden al jurado y tengan un tono ácido. Todo esto no solo está afectando a quienes hacen y componen el mundo del carnaval, sino también al público, porque cualquier crítica no vale, ni tiene por qué corresponderse con una letra carnavalesca. Porque si es así, por esa regla de tomar como crítica a cualquier asunto y cantarlo en el Falla, el Carnaval se podría hacer desde cualquier ciudad y cantar letras sean cuales sean sus motivos.
El Carnaval es de Cádiz y por tanto ha de tratar temas, primeramente, que afectan a la ciudad, porque precisamente por este motivo es el cantar del pueblo gaditano, además de ser un reflejo de la sociedad. Es un arte puro y exclusivo de Cádiz, un género donde se funde la música con la letra: un perfecto equilibrio entre las formas gramaticales y nuestro acento, y una estructura musical determinada, sin olvidarnos del gran manantial de cultura, humor e ingenio.
Gema says
5 octubre, 2022 at 07:50Vaya vaya vaya… que bien explicado. Cuanta razón en cada una de tus palabras. Así es tal cual lo describes y mejor imposible. ???❤️