Visitábamos Getafe tras la resaca de felicidad europea y con el Manchester United como rival que el bombo ha querido que nos tocase. Ahora tocaba remangarse, ponerse el mono, bajar al fango y competir de verdad y ahí hacemos agua.
La Liga parece motivar poco a estos futbolistas o, el bloqueo es tal que la impotencia se apodera de un equipo con los brazos abajo, sin ganas de ganar, sin ganas de correr y con el 2-0 final, nos ganan el goal average por lo que aún se complica un poquito más.
Ni en la primera ni en la segunda parte el equipo ha dado sensación de nada, ni de equipo, ni de ideas claras,…
La fragilidad es la característica que define la convicción de un equipo que se desmorona por instantes y Sampaoli ayuda mucho a que el agujero se haga mayor. Te da y te quita a partes iguales y eso no es nada bueno.
En el otro lado, los de azul no pensemos que era el Bayern Munich o ese gran Chelsea de Mourinho, no, es el Getafe de Quique Sánchez Flores, de los descartados David Soria y Munir y de otros tantos desechos de equipos que ganan porque saben a lo que juegan y compiten, corren, luchan y meten la pierna.
Munir el Haddadi, descarte del Barcelona que llegó al Alavés donde tuvo una buena temporada llegó al Sevilla FC con la carta de libertad. La misma que sentimos cuando se fue tras no cumplir ni mínimamente con las espectativas. Pues hoy ha tenido dos, una en la primera parte que sale rozando el palo izquierdo de Bono y luego la que remacha en la segunda parte…
Después, cambios. Cambios y más descontrol. Descontrol y desidia. Locura apoyada en un entrenador que entre paseíto y paseíto por la zona técnica, se inventa una película y la pone en marcha y así, En Nesiry terminó de central junto con Acuña y Badé en la nada con Pape Gueye no sabiendo si ir o volver cuando Enes Unal, tras un rechace la mete en la portería ante la queja airada del Huevo.
Recordamos dos tiros a puerta sin peligro del Sevilla y muy muy poco más.
Tratando de ser positivos, Bono ha sacado una mano abajo magistral con el 1-0 y Loïc Badé que parece que con un sistema cuerdo donde los laterales jueguen de lateral, los centrales de central, los medios de medios, los extremos de extremos y los delanteros en punta, lo mismo consigue demostrar que es un gran central. Mientras siga Sampaoli, poco o nada de esto veremos en Liga. Repetimos, en Liga…
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