Sin lugar a dudas, ha sido un mes de abril pletórico para toda la familia nervionense y nos ha devuelto a todos, la sonrisa después de una de las peores temporadas en los últimos veintitrés años. Y el artífice de tal hazaña tiene nombre y apellidos: José Luis Mendilibar.
‘El Zorro de Zaldívar’ nos ha devuelto la ilusión y con unas estadísticas que nos muestra que el Sevilla Fútbol Club es el equipo más en forma de la Liga. Parece que atrás dejamos los miedos del descenso y ahora apuntamos directamente a Europa.
El mayor error de la temporada fue mantener a Julen Lopetegui (saludos al Brighton), entrenador que vivió tres años de la renta de la sexta Europa League y que ya se le cayó el equipo a finales de la temporada pasada. Nadie creía en él a excepción de Monchi, con un promedio de 0,76 puntos por partido.
Luego llegó Sampaoli. El equipó mejoró (tampoco era tan complicado) en el aspecto físico y que nos llevó a unos cuartos de final de Europa League, aunque en Liga no acababa de despegar del todo. Mejoró la plantilla con los fichajes de invierno con el mariscal Loic Badé, Pape Gueye y el hijo pródigo Bryan Gil, y la recuperación de Lucas Ocampos para volver a ser el que fue. Pero el Sevilla no terminó de despegar, en especial en Liga, con una ausencia de identidad, y con un entrenador que no entendía a sus jugadores, y viceversa, y que precisamente no ayudaba esa entrega de papeles en mitad de los partidos, que más bien parecía que le daban el manual de la estantería Stügrentmorren de Ikea. Sin sentido ninguno, al mismo nivel que las preguntas de ‘El Almendrita’ en rueda de prensa.
En las vísperas de la Semana Santa llegó Mendilibar. Y como bien dicen por Santa Marina: “Y al tercero… Resucitó”.
Desde el minuto 1 se veía una identidad clara del equipo. Un juego simple, práctico, pero ganador, con una gran intensidad que no permite al contrario sacar el balón en juego y que además nos hace disfrutar de nuestro equipo. Humildad, sencillez, acompañado del físico, la estrategia y el buen hacer ha hecho que el Sevilla Fútbol Club comience a escalar posiciones y pueda llegar al lugar que nunca debió perder.
Y la gran apoteosis se pudo ver en ese partido contra el Manchester United en el Sánchez Pizjuán. 3-0 en uno de los mejores partidos de los últimos años de la escuadra blanquirroja, donde la afición, todos vestidos de blanco, arropó en todo momento al equipo, en una de las noches mágicas que pasará, sin lugar a dudas, para la historia en Nervión.
Queda un final de Liga apasionante, donde el Sevilla Fútbol Club pondrá toda la carne en el asador para conseguir el mayor número de puntos posible. Y por supuesto, esas semifinales con la Juventus en la Europa League y con el anhelo de esa final de Budapest, y quien sabe, poder conseguir la séptima y celebrarlo en la Puerta Jerez como gran colofón a nuestras Fiestas de la Primavera en la ciudad.
Ilusión máxima. Afición y equipo todos a una para cambiar esta temporada horribilis por otra donde poder conseguir otro título. ¡Qué bueno que viniste, Mendilibar!
Y como cantamos nosotros:
“Aquí está la mejor banda,
aquí estamos otra vez.
Cuanto tiempo te eché en falta,
Hoy por fin te vuelvo a ver”
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