La actualidad del FC Barcelona viene definida por varios nombres propios y por unas oficinas que echan humo entre entradas y salidas para ajustar el Fair Play financiero de LaLiga, de manera que se puedan inscribir a los que llegan y tratar de cerrar una plantilla un tanto descompensada.
Ayer fue presentado el flamante fichaje, İlkay Gündoğan, ex capitán del Manchester City, con un doblete bajo el brazo (Premier League y Champions League) y lo hace sin dorsal y sin poder ser inscrito.
Otro nombre que acapara comentarios es el del hijo pródigo, el mediocentro no deseado, Oriol Romeu que tras la experiencia inglesa y la magnífica temporada en el Girona de Michel, recalará en el FC Barcelona por unos 4,5 millones de euros y la cesión de Pablo Torre, sin opción de compra.
Más nombres propios, como el de Nico o Frank Kessie que tienen las horas contadas en el club. Uno con varias ofertas nacionales y una oferta de de Juventus de Turín por el costamarfileño de 15 millones de euros, aunque a Laporta y sus directores deportivos y económicos piden 20.
De momento, un bloqueo económico de 60 millones de euros por impagos de una de las palancas impide al club poder inscribir al alemán de origen turco Gündoğan, lo mismo que al central vasco Iñigo Martínez, e inscribir a Gavi con el nuevo contrato profesional, ni a los renovados: Sergi Roberto, Ronald Araujo y Marcos Alonso.
«Ahora estamos bloqueados. Según LaLiga, ni ingresando 600 millones de euros podríamos tener margen salarial”, aseguró Laporta. “Tenemos una doble realidad perversa, que es el criterio de LaLiga.”
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