
El Real Betis Balompié sufrió un duro revés este lunes al caer por 1-2 ante el Mallorca de Jagoba Arrasate en el Benito Villamarín, en un partido donde las esperanzas iniciales del equipo de Manuel Pellegrini se desvanecieron rápidamente. A pesar de un comienzo prometedor, el encuentro dejó una sensación amarga tanto para los jugadores como para la afición bética, que veía cómo su equipo acumulaba dos victorias consecutivas antes de este inesperado tropiezo.
El partido comenzó con buenas sensaciones para el Betis, que rápidamente tomó el control del juego. En el minuto 7, un inspirado Giovani Lo Celso rompió el equilibrio con un gran gol desde fuera del área. El disparo del argentino fue impecable, potente y colocado, dejando sin opciones al guardameta mallorquín Dominik Greif. El Villamarín explotaba de alegría, pero la euforia apenas duró un suspiro. En la siguiente jugada, un error defensivo del Betis permitió a Dani Rodríguez igualar el marcador. El mediocampista del Mallorca aprovechó la desorganización de la zaga bética para marcar, devolviendo el equilibrio al partido de forma casi instantánea.
A partir de ese momento, el partido se tornó más complicado para los locales. El Betis, que venía desplegando un juego fluido en partidos anteriores, se mostró espeso y sin claridad en la construcción ofensiva. El Mallorca, por su parte, se mantuvo bien posicionado en el campo, defendiendo con solidez y buscando aprovechar los errores del rival. Pese a algunas aproximaciones, como una ocasión de Vitor Roque, el portero Greif se mostró seguro bajo los palos y desbarató cualquier intento bético.
El partido no estuvo exento de polémica. En una acción del primer tiempo, el árbitro mostró una tarjeta roja directa a Lo Celso tras una dura entrada. Sin embargo, el VAR intervino y, tras revisar la jugada, el árbitro cambió la sanción a tarjeta amarilla, lo que evitó que el Betis se quedara con un hombre menos.
En la segunda parte, como es habitual , el Betis salió con más intensidad y energía, decidido a buscar el gol que les pusiera nuevamente por delante en el marcador. Los locales generaron más peligro, y una de las ocasiones más claras del partido vino de los pies de Abde. El extremo marroquí protagonizó una brillante jugada por la banda izquierda, finalizando con un disparo que golpeó en el palo derecho, y luego en el palo izquierdo, rozando el gol pero sin fortuna. Fue una de las imágenes más emocionantes del encuentro, pero también una de las más frustrantes para los verdiblancos.
El Mallorca, bien plantado, también tuvo alguna que otra llegada peligrosa, pero el Betis logró solventar la mayoría de las amenazas. Sin embargo, cuando todo parecía indicar que el empate sería el resultado final, llegó el gol del desastre para los de Pellegrini. En el tiempo de descuento, el equipo balear consiguió un córner que fue mal defendido por los béticos, dejando al portero Rui Silva sin opciones para evitar el tanto que significaría la derrota. El gol dejó atónito al Benito Villamarín, que veía cómo su equipo caía en el último suspiro del encuentro.
El 1-2 final fue un golpe duro para el Betis, que no esperaba dejar escapar puntos ante el Mallorca, especialmente tras el buen momento que atravesaban con las recientes victorias. La afición quedó decepcionada, aunque consciente de que aún queda mucha temporada por delante. Esta derrota supone un parón en el camino, pero también una oportunidad para que el equipo reflexione y ajuste detalles para seguir compitiendo al más alto nivel.
El Real Betis deberá recuperarse rápidamente, ya que se avecinan nuevos compromisos. Pellegrini confía en que su equipo podrá recuperarse de este tropiezo y volver a la senda de las victorias. El próximo partido será clave para reafirmar su buen estado de forma y demostrar que esta derrota fue solo un traspié en una temporada larga y llena de retos.

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