
El Real Betis salió de Balaídos con un empate que después de lo visto es un buen resultado (1-1), en un partido donde volvió a quedar en evidencia que al equipo de Pellegrini todavía le faltan piezas importantes para ser competitivo en todos los tramos. El gol de Marc Bartra en el descuento de la primera parte dio ventaja momentánea, pero Hugo Álvarez igualó nada más comenzar la segunda mitad, reflejando las dudas de un Betis que no supo dominar el partido.
El choque arrancó equilibrado, con un Celta más propositivo y un Betis que trataba de juntarse atrás para aprovechar sus ocasiones a balón parado o en transiciones. El premio llegó justo antes del descanso: Bartra cazó un balón en el área para poner el 0-1. Sin embargo, la alegría apenas duró, ya que en el 47’ Hugo Álvarez empató con una volea que pilló desprevenida a la defensa verdiblanca.
Más allá del empate, lo preocupante fue la sensación de falta de creación ofensiva. Sin Isco, baja que ha dejado un vacío evidente en la medular, el equipo carece de un generador de juego claro. Se notó en Balaídos: al Betis le costó enlazar pases entre líneas y encontrar soluciones cuando el partido pedía pausa y talento en la frontal. Pellegrini tuvo pocas alternativas en el banquillo, lo que confirma que el equipo necesita todavía refuerzos de nivel para afrontar una temporada larga.
Uno de esos nombres propios es Antony. El club sigue negociando su regreso y queda margen hasta el 1 de septiembre, fecha de cierre del mercado, para cerrar una operación que podría ser decisiva en el salto de calidad ofensivo. Hoy, más que nunca, se percibió que el Betis necesita ese tipo de jugador diferencial en ataque, capaz de desequilibrar y marcar la diferencia en partidos trabados como el de Balaídos. El empate sirve para sumar, pero también deja claro que el proyecto aún está incompleto.
