
Verdaderamente no era un color puro, pero no por eso tenía que quedar fuera. Fue entonces cuando se rebeló. Una suave llovizna y unos rayos de sol fueron sus aliados. Su intensidad atenuó al resto de colores. Un arco iris rosa lució pues, de una forma desmedida…
Patricia Delgado
En silencio, imperceptible como ella.
Traza en el el cielo su tímido cuerpo,
que esboza una sonrisa al contrario.
Un arcoiris rosa, símbolo de la resiliencia.
Manuela Sánchez
Llegué a casa trás la jornada y el cielo se abrió para dejar caer el aguacero más grande que jamás había visto.
Subí, me duché y me puse el pijama.
Me tomé una infusión y me dormí en el sofá.
Y al despertar, trás la ventana, allí estaba.
Un arco iris rosa perfecto en una tarde rosada.
Todo un espectáculo.
La Renacida
El cielo se tiñó de rosa y un arcoiris brilló en el cielo… Y yo, pendiente de tu mirada.
Ángel Salgado I
Te imagino a ti, que todavía no te veo, pintando tu cielo del color que tú quieras. Un arcoiris torcido y algunos árboles con hojas de inimaginables formas que fluyen por tu mente.
Te imagino a ti, que todavía no te veo, y tengo más ganas de conocerte.
Ángel Salgado II
El cielo es de todos, como el rosa y el azul, y como cualquier color que desees usar a tu antojo.
Ángel Salgado III
El abuelo vino cantando algo de un submarino amarillo. Encima lo cantaba en inglés. Luego que había estado en un guateque con un elefante pintado de margaritas. Me he tomado sus pastillas para la depresión. Llevo varias tardes viendo un arco iris rosa y los problemas desaparecen. Voy a seguir.
Calila
I
El cielo ardía en rosa, como si la tarde quisiera vestirse de esperanza. El arco iris era un hilo delicado que recordaba que, incluso en el cansancio del día, siempre queda un resquicio de belleza.
II
Entre los árboles y el ladrillo apareció un arco ligero. No prometía tesoros, solo un instante. Ese instante bastó para que la rutina se sintiera menos áspera, como si el mundo susurrara que aún hay poesía escondida en lo cotidiano.
III
Amanece un cielo teñido de fuego,
Resiste la sombra con su resplandor,
Cubre de calma lo gris del suelo,
Ofrenda un instante que late en color.
Ilusión breve que cruza la tarde,
Resuena en los ojos como un eco fugaz,
Inmenso y frágil, se quiebra y se parte.
Anita
Sonrojada luna, ¿quién fue el que te piropeó? Con tu luz carmín cubres el cielo, volviendo rosado hasta el bello arcoíris. Rosa paleta de colores que nos guía hasta el dorado duende irlandés. ¿Nos dirá algo esta rista de fenómenos? Será un buen día para el amor?
Espectro errante
I
El arco iris apareció en el cielo de un barrio donde apenas llega el sueldo a fin de mes. Muchos miraron arriba, como si los colores fueran a pagar el alquiler. Ironía: el arco iris dura minutos, la hipoteca, décadas.
II
La gente fotografiaba el cielo rosado con la esperanza de que Instagram les regalara felicidad. Nadie reparó en la suciedad de la calle. Quizá el filtro social más usado sea el de mirar hacia arriba para no ver lo que pisa.
Nemesio Laverde
I
En un cielo de algodón de azúcar, tu sonrisa se reflejaba como un espectro visual imposible de olvidar.
II
Tan delicado y tierno que dan ganas de darle besos y abrazos de mil colores.
III
No sé si serán cerezos en flor
o será la flor del almendro.
Arco Iris tímido en folio de color
rosa, toda la ternura que llevo dentro
Juanma García
I
Era su sonrisa.
Mandada en forma de abrazo tras aquel chaparrón de verano.
Un regalo inesperado,
la alegría de mi lado.
II
Suspiro etéreo entre realidad y fantasía.
Cielo ruborizado.
Algodón de azúcar.
Acuarelita recién pintá’.
III
Inspiración al atardecer.
Promesa de dulzura,
secreto efímero entre el sol y la lluvia.
Instante para creer.
Rocío G. Gómez