
Y pasando por el callejón, vio a aquel cirio dejado caer junto al contenedor de basura.
Estaba casi intacto, casi perfecto.
Lo llevó a casa y lo cortó en 10 trozos iguales.
Ya tenía velas para «la noche de las velas» de su calle.
La Renacida
Alguien había dejado un cirio abandonado. Entonces Carlos empezó a cantar una saeta. En un momento se hizo un corro de gente. Encendimos el cirio y nos fuimos turnando en el cante. Al amanecer solo quedaban cenizas y una sensación de paz. Lo vamos a comercializar como retiros callejeros.
Calila
El cirio, aún tibio, quedó reclinado en la acera como un soldado sin misión. El Nazareno siguió su paso, sin mirar atrás. Aquella cera derritiéndose era la metáfora perfecta de una promesa rota: la fe, a veces, también se abandona cuando más pesa.
Nemesio Laverde
I
Pasear una noche cualquiera por Triana, deambulando entre las llamas del fuego del verano sevillano, esquivando las pavesas y encontrarme un cirio sufrido y abandonado…
II
Dicen que no hay mas cera que la que arde… y más si la abandonas.
Juanma García
I
La cera no cayó al suelo, aun libre por fin del molde que la obligaba a arder por otros. Ya no daría luz ajena. Se dejó enfriar en silencio, sin deberle fuego a nadie.
II
Goteó como tantas otras: útil, entregada, olvidada. La cera no se quejó. Pero una noche decidió no fundirse más. Que ardan ellos.
III
Cae la cera como Invisible llanto antiguo. Ruge el silencio en las calles, Iluminando ausencias que Obran milagros sin testigos.
Anita
Rebosaba tanta emoción que, fijando su mirada en ella, se olvidó de todo…
Ángel Salgado I
Las horas fueron pasando mella en él, pero ahí estuvo, siempre erguido y orgulloso, pese a todo.
Ángel Salgado II