–Vamos a encender la chimenea, queridos nietos. Sentaos todos por aquí, encima de la alfombra que os voy a contar una historia de amor–
-¿Amor?- dijo uno de los nietos -¿Hoy no hay batallas de esa casa violeta?- -ja, ja, ja Casa violeta no, hijo, La Morada. Y no, hoy no hay batalla alguna que contar-Jooooooo- le dijo el nieto mayor con cara de pucherito…
-La historia que hoy os traigo es la de un marinero- -¿Popeye y sus espinacas?- -Bueno un poco de Popeye sí que tiene, pero no…se trata de la historia de amor de Comodoro con su mascarón de proa. ¿Habéis visto en las películas que los grandes barcos piratas y los grandes galeones tienen en el frontal de su barco la figura de una mujer, ¿verdad? Y que siempre es bellísima, estilizada e inunda el barco de una personalidad arrolladora, cual sirena, ¿verdad?- -Siiiiiiii!!!- contestaron los pequeños al unísono.
-Abu, esa mujer de la que hablas, ¿está muerta?- preguntó con dudas la pequeña del grupo. -Para nada querida, es una recreación de cómo el marinero, capitán del barco la recuerda de sus noches paseando por los puertos de medio mundo-
-¿Cómo has dicho que se llama el marinero, ese?- -Comodoro, pequeño Mario, Comodoro, amo y señor de los mares europeos. Su historia es muy curiosa. Comenzó siendo la reencarnación de Poseidón en La Morada y terminó convirtiéndose en dgfev online casino el elegante dios de los mares, que a mando de sus navíos nos transmite la mar en calma y controla los bríos de los vientos más complicados.-
-¿Y quién es élla?- dijo preocupado el nieto mediano. -Pues ella es una aventurera que apareció dónde hay que aparecer, el día que hay que aparecer, así de la nada, como un espíritu errante que deambula y se detiene dónde la brújula que guía su destino la llevó…Unas calendas después, Comodoro dejó en su Morada, el escrito que con amor escribió en su diario de a bordo y que ahora, pinchando en la foto, podemos leer…
la aventurera says
13 noviembre, 2011 at 15:15y áquella brújula marcó sin duda, el destino a la aventurera…
Con el paso del poco tiempo que dista de áquel 22 Viernes Santo hasta el día de hoy , el recalar en mares del zurraque , frente al barco de aquel marinero no fue más que el inicio de una travesía, que a veces nos lleva a mares embravecidos y otras nos arrastra hasta la costa más serena…
pero a pesar de que vientos racheados intentan hacer zozobrar nuestra nao debo decir con total SEGURIDAD que mi mastil no es otro que ese cachorro que guía mi-nuestro rumbo.
Ese Cristo en crucifixión me llevó hasta su morada para regalarme la vida más completa…
Gracias por ello
Comodoro says
14 noviembre, 2011 at 15:05a HRB: 12:00
Que maravilloso relato para rememorar lo que hace muy poquito mas de 180 dias, ocurrio en un zurraque, trianero, cargado de desenlaces por lo que no habia ocurrido, pero que a la vez, relanzo un “… a esta es”, y que sigue siendo una chicota, cargada de todo lo que conlleva la vida…
Estoy encantado queridisimo y amigo Guerrero, de que, cerca de tu chimenea, sientes a todos tus nietos posibles, y les impartas sabidurias contandoles sentimientos de abordo, para que no se pierdan en tinieblas y oscuridades, ya que tu les haces saber que siempre al borde del horizonte, quedan muchas millas por navegar, y te aseguro, os aseguro, que navegarlas conlleva saber de vientos, mareas y corrientes…