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Esperado debut de Míchel al frente de tu/mi/nuestro Sevilla y una nueva decepción de los nuestros. Saltaban al césped de Anoeta con un dibujo algo diferente, con Reyes en el medio pero caído a banda derecha. Acompañando a Trocho y a Campaña. Atrás debutaba en Liga Palop en la portería, fiebre de Varas, y Cala en el eje defensivo. Arriba lo de siempre. Pero ese “cambio” de dibujo fue convirtiéndose en  lo mismo que había antes. Cosas.

Con una camiseta con el slogan “Liberté, egalité y superioridad”, en alusión a los ataques al deporte español por parte de Canal+ francés, hoy tu/mi/nuestro Sevilla no demostró ningún cambio y mucho menos superioridad frente al rival.

Mucho toque en el centro pero sin llegar a crear ocasiones de peligro, como antes. Y para colmo con los mismos errores atrás. Ocasiones rivales con mucha facilidad tras balones a las espaldas de los centrales, pérdidas de balones en la salida y pases fáciles.

Las ocasiones fueron todas de la Real de Sociedad, como diría el gran Silvio, que pudo adelantarse mucho antes tras un balón perdido por Campaña, mal la defensa y nefasta salida de Palop, el balón se fue al poste.

No generábamos ocasión de gol alguna,  encima tras las internadas en banda de Manu o Navas acababan en saque de esquina. Y eso en el Sevilla ya se sabe, balón bajo y al primer palo. ¿Nadie sabe levantar un poco más el balón? ¿Nadie?

Y fueron pasando los minutos y tras un paradón a bocajarro de Palop se llegó al descanso. Y saltaron los mismos al terreno de juego.

Los mismos, con las mismas aptitudes y la misma actitud. Solo Reyes trataba de tirar del equipo por el centro y Jesús por su banda, pero era imposible. Negredo no llegó a rematar ni una sola ocasión con peligro.

Y ellos dejaron de perdonar y tras un mal despeje defensivo, Coke se olvida, otra vez más, de defender y no tira el fuera de juego. Y solo en el segundo palo nos hacen el 1-0.

Sin tiempo a reaccionar, el 2-0. Un balón que pierde Negredo en el centro del campo propicia el ataque rival y de tremendo derechazo nos hacen el 2-0. Dos goles en 3 minutos, dos goles en 3 minutos jugándote la vida. ¿Cómo pueden pasar estas cosas?

Tras el 2-0, Míchel mete a Kanouté y a Rakitic, que aparte de perder balones no hizo nada más. El Gigante por su parte no puede arreglar siempre los despropósitos del equipo. El último cambio fue Luna por Reyes, pero ya no había equipo, si es que lo llegó a haber.

“Míchel vete ya” llegué a escuchar a través de la tele, alemana sin comentaristas.  Quizás el problema no fuera del entrenador, sino de los jugadores, o del que los ficha o del que renueva al que los ficha.

Sea lo que sea, con estos números estamos avocados a pasarlo muy mal y a sufrir por no meternos en unos líos que ninguno queremos. Entre Europa y el infierno no hay tantos puntos y visto lo visto… habrá que reconducir esto como sea.

Como dijo Confucio, “los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos”, y aquí se nos han quedado y parece que con el cambio de entrenador no se han ido…por ahora.

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