Emotivísima despedida de Marcelino, el entrenador más sincero, claro y humilde que recuerdo en el Sevilla FC y hasta en cualquier otro equipo de fútbol. Y quizás algo fría la llegada del nuevo entrenador de tu/mi/nuestro Sevilla, Míchel. Fría porque él es algo frío y porque Del Nido y Monchi seguían con Marcelino en sus corazones, que no ya en su mente.
Llorando, o casi, se ha marchado Marcelino. El asturiano sabe que se le ha escapado la mejor oportunidad de su carrera, le vendrán otras seguro, y que como buen profesional ha puesto de su parte pero no le han salido las cosas. Cosas que diría aquel. Ha apelado a la mala suere, la mayor de su carrera, y quizás a la falta de fe de algunos tras los malos resultados.
Monchi estaba afectadísimo, y ha dicho que seguía confiando en Marcelino, y Del Nido, sabedor de como funciona esto, ha alabado su trabajo y compromiso pero quitándolo rápidamente del pensamiento sevillista. Aunque ha reconocido que pese a las dos victorias en 15 partidos, Marcelino es un grandísimo entrenador.Ahora el entrenador es Míchel y con él vamos a muerte.
El madrileño llega hasta final de temporada y solo renovaría, automáticamente, si el Sevilla acaba entre los 4 primeros. El reto es complicado, pero hay plantilla para ello. A esta plantilla, Míchel, le ha pedido compromiso y ayuda en todo lo posible, así como al cuerpo técnico casino games que permanece en el club. Viene con su equipo pero abierto a escuchar y a aprender de los que más conocen el club, en definitiva a sumar.
Sobre la cantera, pese a decir que escuchará y se empapará de ella, ha dejado bien claro que los profesionales del primer plantel son los que tienen que sacar esto adelante. Por supuesto, pero que no se te olviden los más nuestro. Solo eso.
Esta tarde dirigirá su primer entrenamiento y a pensar en el lunes para empezar a sumar ya. Con o sin buen fútbol, lo importante es ganar y recuperar la confianza perdida. Y que los jugadores den lo máximo, como el día del derbi, no como el otro día.
Aunque no nos guste demasiado Míchel, esperemos que nos dure mucho. Será una gran señal.
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