Hola amiga, ¿cómo estás? Sé que llevamos mucho tiempo sin vernos y mucho más sin hablarnos. Y eso que hubo un tiempo en que no podía vivir sin ti, te buscaba todas las noches e incluso cuando me retenías me dejaba llevar y amanecía junto a ti. Con las tempranas molestias de los terceros, siempre tan inoportunos, que cortaban rápidamente nuestro esperado momento de serenidad.
Ya no camino de noche a tu vera y cuando paseo a oscuras ni apareces en mis recuerdos. Te siento cerca, como siempre, a veces hasta te miro, pero lo hago tan de refilón que casi no te percibo y aun sabiendo que ahí sigues vigilante no te busco con mi mirada. Simplemente ella se cruza contigo, no soy yo, y ya no es lo mismo.
De veras que hay momentos en los que te echo de menos, pero el tiempo me ha hecho acostumbrarme a tu ausencia. No es que tu hueco esté ocupado ahora y me niego a pensar si es para mejor o peor, no es necesario, mi sentir ya no te necesita y ¿quién soy yo para contradecirle?
La de veces que lancé mis suplicas al cielo, con lágrimas y sin ellas, triste y hasta contento. Mis secretos dejaban de serlo solo contigo, yo no me cortaba y daba rienda suelta a mi verborrea sentimental. Y como siempre, allí estabas tú, sola e impasible. Eras la única que siempre me escuchaba, a veces no me decías nada pero yo me contestaba a mi mismo haciendo tuya mi respuesta y así conversábamos.
Sé que alguna vez te aprovechabas de las nubes pasajeras y desahogabas tu agobio producido por mis palabras. Otras desaparecías por completo, quizás harta de escuchar mis penas y alegrías o simplemente no te dejaban aparecer. Nunca te lo tuve en cuenta, ¿cómo hacerlo? Siempre entendí que no eras solo mía y que estarías cansada de ser el amor de todos.
Al fin y al cabo todos te anhelamos, te miramos buscando calor para nuestras almas y nos evadimos mirándote. Por eso yo todavía hoy pienso en ti y no te olvido, amiga Luna.
ÁS_FdN
Melva Hernandez says
25 abril, 2012 at 03:02Si el tiempo es el unico que ayuda a acostumbrarse a las asusencias !!
celia says
25 abril, 2012 at 11:58Precioso y verdadero, ya que todos hemos hablado mirando a la luna y le hemos explicado nuestras penas, y alegrias, o simplemente hemos observado lo bonita que está en todas sus fases. El ser humano necesita hablar, sincerarse, desahogarse y ella es ideal debido a su inmensidad y, eso te hace ser muy extenso en las conversaciones . No la olvidamos nunca, lo que sí sabemos es que siempre la tenemos, esta ahí para cuando la necesitamos y eso hace que parezca que no se le hecha cuenta, pasa igual que con el cariño de unos padres, unos hijos, que sabemos que los tenemos ahí y que nunca se nos van, disponibles en cualquier momento. La luna tambien la podemos mirar y observar todos los dias.