Eres una cobarde. Eso lo tengo muy claro. Cristalino para más señas…
Estoy cansado de tu presencia en mi vida. Pensé que con el final del 2011 te diluirías y me dejarías en paz. Cuánto me equivoque…
Ya es tal tu influencia sobre mí que la has expandido a los míos. Qué iluso fui al creer que podría contigo, que todo sería algo pasajero y poco a poco te olvidaría…
Ahora vienes en compañía de tu gente, de los más tuyos, de esos que por lo que se ve, son como tu. No sabéis funcionar de forma independiente y os acomodáis en el grupo, en la masa. Me recuerdas a esos hooligans que se entremezclan en una manifestación o a esas batallas callejeras de Barcelona de las ultimas fechas.
Sólo quiero decirte una cosa a ti, y otra de igual magnitud a tus colegas: me tenéis muy harto y por mucho que me estéis jodiendo, no podréis ni conmigo ni con los míos.
Creía que el año nuevo, por aquello de cambiar de fecha, me traería mejores vientos. Nuevamente me equivoqué.
La racha de estos meses está siendo terrible y ya se sabe lo que dice el refrán: las desgracias nunca vienen solas…
el filosofo says
13 abril, 2012 at 18:29nunca viene sola porque es cobarde y rastrera, no tiene valor de dar la cara en la soledad que trata de dejarnos…menos mal que somos más y más fuertes los que le miramos a los ojos y le plantamos cara!!
Ánimo y siempre mi pergamino para tus batallas!!!