El cielo está gris. Me siento a contemplarte porque mi alma está de la misma tonalidad.
Nubes se apoderan de la inmensidad, mi sentir se vuelve así, encapotado ante la adversidad, ante la impotencia del que nada puede hacer ni decir para mejorar la situación.
No salen las palabras. Necesito ese rayo de luz que caliente mi corazón para poder lanzarme en busca del término adecuado.
Quizás no sea momento de hablar, quizás no sea el momento de sentir, quizás, sólo quizás…
Palomas van, palomas vienen…
Se ven venir pero hasta que no deposita sus patas en tu escritorio no percibes nada. El nublado no me deja ver con claridad. Quizás me esconda detrás de las nubes para no querer ver.
Mi pluma está seca. Los ríos de tinta que corrían por mis venas han dado paso a un valle de vacío, de color gris, como mi cielo, como mi alma…
El cielo está gris como indicio de lo que se venía. La lluvia no era más que el anticipo de la que nos iba a caer…
Aquí esperaré sentado, la llegada de ese rayo de sol que caliente mi alma mientras pasan los nubarrones que aunque determinantes, no podrán conmigo ni con los mios. Cuando vuelve a llover…
Hay día en los que las nubes no nos dejan ver el Sol, pero él siempre está ahí. Solo hay que apartarlas y aparecerá.
Un beso grande!
Ayer cuando vi el cielo tan negro y la estaba cayendo pensé exactamente igual. De repente un escalofrío recorrió mi cuerpo y pensé en que quizá fuera el augurio de lo que tenia que venir…
«Después de la tempestad siempre llega la calma»… Eso decía una canción de mi querido Alejandro Sanz y se, q no muy tarde volverá a nuestras vidas y a nuestros corazones el momento de poder respirar hondo y recordar todo lo q en estos días nos está ocurriendo como un mal sueño… Os quiero