«Arcancía» para los antiguos; dícese de aquel artilugio cerrado con una ranura para meter monedas e incluso billetes, el que los tenga, que todos hemos tratado de llenar alguna vez.
Una de estas me inspira para escribiros sobre las huchas.
Quién no ha tenido alguna vez un cacharro de estos en su cuarto con forma de cerdito. Pobre cerdo que no paraba de recibir cosas metálicas por su lomo y nunca una caricia.
En GreenPeace nunca nadie se ha metido con la humanidad, pero, ¿alguién recuerda algún amigo dándole besitos a este cerdito? Nadie, todo el mundo lo asesina clavándole una cucharilla de café por la ranura para tratar de hacer palanca y sacar alguna moneda de veinte duros de las antiguas. Y encima, cuando te hartas, que es a los dos meses tirando por lo alto, zas!!!! cerdazo contra el suelo y al carajo todo. Caras del Rey rodando por todos lados. Y luego nos asustamos de que Juan Carlos se caiga tanto…
Os he dicho que tratábamos de sacar monedas de veinte duros porque desde que tenemos el euro no hay ningún osado que compre un cerdito de estos porque juntar es imposible. Pero ni de estos cerdos ni de los del tocinito…
Pues todo esto solo me sirve para que os riáis un poco, si es que lo he conseguido…porque mi verdadero recuerdo es para otras huchas; esas ranuras en algunos casos peludas que salen a la luz cuando nos agachamos o cuando nos sentamos y el tiro del pantalón nos deja en evidencia. Si es una chica mona y su huchita sale a la luz, acompañada o no de un tanguita curioso, ninguno de nosotros pondrá ninguna pega, pero si por contra, la hucha peluda que se ve es de un personajillo con capucha y un pantalón rojo totalmente fuera de contexto la cosa cambia…
Esto que os cuento es una viviencia vomitiva que sufrimos un hermano mío y yo y que ya no me he podido resistir y os la he contado.
Siento mucho las nauseas ocasionadas por la descripción de tal personaje cuyo nombre obviaré y espero sean felices. Gracias por leer estas cosas inolvidables…
Beatriz. says
10 diciembre, 2012 at 22:30Me quedo con la curiosidad de saber quién es el personaje (aunque, probablemente, ni tenga el gusto de conocer) cuya alcancía os cegó. Ya que os hizo pasar tan mal trago, podrían haber caído unos eurillos de la ranurita… pero, pensándolo bien, no: no sea que hubiera querido la suerte que fueran moneditas de ésas que van recubiertas de chocolate…
el filosofo says
10 diciembre, 2012 at 22:38que vivan las huchas…pero sobre todo si hay algo que echarle!! jajajjaa!!
jose_rancio says
11 diciembre, 2012 at 21:32Lo peor de todo no fue la hucha del personaje en sí (que ya era suficiente motivo de crudeza visual), sino el sitio donde la aireaba jajajaja. El autor del Post sabrá entenderme, a los demás… os dejo con la eterna curiosidad
el filosofo says
11 diciembre, 2012 at 21:45precioso…jajja!! seguro que algún día con botellines de por medio saldrán a la luz! un saludo
Adeyi says
12 diciembre, 2012 at 09:35Yo he vivido el mal trago de ver eso en directo… jajajaja Vamos a tener que hacer una colecta para comprarle unos tirantes al susodicho personaje…
Un post inolvidable… jajajajaja
Comodoro says
12 diciembre, 2012 at 10:34Le dire a otro «Juanma» de los muchos que ya conozco, que lea este post a ver si se entera porque ni con el frio que va haciendo, se entera que no se puede ir enseñanado la boquita del cerdito mientra se ponen ladrillos…..o si…dejalo coño…