Con un Ramón Sánchez-Pizjuán semivacío, sin los Biris en el corazón de Nervión, y con un Sevilla FC ilusionado tras el resultado en Copa, nos visitaba el Málaga del Jeque en los que es su derbi, que no el nuestro.
Míchel volvía a sacar a Diego López como titular, tras sus fallos en partidos anteriores y tras el gran partido de Palop en Copa, mano a mano y penalti incluidos. En el lateral derecho repetía Coke por el castigo a Cicinho, al Sevilla y a todos los aficionados. Aunque el madrileño realizó una buena primera mitad, como todo el Sevilla, el brasileño aporta mucho más y no debe haber debate, en la portería tampoco.
Tu/mi/nuestro Sevilla fue muy superior al Málaga en la primera mitad, con Rakitic repartiendo fútbol, con dos bandas ¡por fin! Navas y Perotti, con Kondogbia sentando cátedra de mediocentro de millones. Con Medel, Negredo… pero nada sirvió.
Si el vallecano en su mano a mano con el portero, tras regatearlo en vez de mandar el remate al palo marca, y si Jesús Navas no remata por rematar e intenta colocar un rechace a tiro de Negredo, con todo a favor. Pues seguramente nos hubiéramos ido al descanso con 2-0 o con algún gol más. Pero no fue así, y pese a firmar unos 45 minutos muy buenos, nos fuimos al descanso con un empate a 0. Y con esa sensación de haber perdonado en demasía el partido.
Y así fue. En la reanudación, sin cambios por parte de Míchel, nos llega el 0-1. Un córner sin peligro, Diego López se queda a media salida y el cabezazo blandito entra online casinos en parábola sin que Negredo lo pudiera sacar sobre la línea. No era ni ocasión y Diego López la convirtió en gol.
A los pocos minutos un penalti clarísimo a Rakitic cuando el croata se disponía a remachar un fallo del portero. El árbitro señaló córner.
Y llegaron los cambios de Míchel y el Sevilla desapareció. Cicinho entraba por Coke y Reyes por Kondogbia. Míchel le regalaba el centro del campo al Málaga. Kongobia daba el equilibrio, la salida y la presencia en el juego ofensivo. Míchel elimina todo eso y se acaba el Sevilla.
Pero si esto era poco, aparece Fazio y tras perder en velocidad la posición con su par, le hace un penalti innecesario y absurdo, con la consiguiente tarjeta roja. Otra vez con uno menos, otra vez un penalti en contra. Fazio se equivoca, pero Diego López seguía sobre la línea de gol, sin moverse de allí. En fin. El penalti acaba en el 0-2 tras engañar a Diego López.
De aquí al final no hubo nada en sevillista, nada positivo. En lo negativo, pues la derrota, la lesión de Rakitic, parece grave, la lesión de Perotti, otra vez problemas musculares y la sensación dada en la segunda mitad.
La imagen de Perotti, lesionado, deambulando por el terreno de juego, hundido, sin alma refleja lo que es este Sevilla actual. Un equipo sin equipo, un club sin club…
8 de 33, solo 19 puntos, mirando más hacia abajo que hacia arriba. Con errores que se repiten jornada tras jornada, con el mismo discurso, con las mismas excusas. Un estadio vacío, algunos por los horarios, muchos por la desilusión que hay. Otros por los problemas con la grada baja de gol Norte…problemas, problemas y más problemas y ninguna solución.
Cánticos en contra de Del Nido, de la directiva. Pañuelos y bronca al finalizar el partido. Algo hay que cambiar, saneamiento del club total ya. No queda otra. Hace tiempo que se acabó el remar todos a una, el alma del centenario se ha esfumado. Una pena.
Como dijo William Shakespeare “el pasado es un prólogo”, en este caso un prólogo precioso para la tragedia que vivimos hoy en día, en lo social y en lo deportivo.
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