Bien se podría tratar de un dúo cómico al estilo Cruz y Raya o Los Morancos, incluso una parejita de hermanitos con pelos de diferente color a los Zipi y Zape. Pues no…
Como diría Obelix: «Estos químicos están locos» y qué razón lleva…
Clases de química; formulación…y te comentan unos alumnos temerosos que toda la formulación ha cambiado. Los bajas a la Tierra, buscas información en la IUPAC y ves que los pequeños cambios que para ellos son el mismísimo fin del mundo es que esos nombres especiales de algunos compuestos que tú sudabas para memorizar, ahora se los han pasado por el culo, o por el -ano…
Digo bien, por el ano, ya que en un intento de justificar el sueldo, los químicos jefe, esos que primero me hicieron aprender la formulación tradicional de toda la vida con sus atos y sus itos, luego me dijeron que también había que formular mirando el inventario, es decir, con la formulación de Stock y más tarde, no conformes con ello, se inventaron la sistemática como modo formulatorio que anormaliza -por no decir subnormaliza- a los estudiantes. Pues ni cortos ni perezosos, en un arrebato de acidez dentro de su basicidad, se dedican a cambiar esos nombres que os cuento, hasta tal punto que el amoníaco y el agua que bebemos, espero que solo bebáis de esto último, ya no se llaman así y Azano y Oxidano entran a formar parte de nuestras vidas. O no.
Fosfina, arsenamina y otras inas, sin tocar el vino fino, han pasado a terminar en ano, no sé muy bien si por ganas de joder al personal o porque son unos cachondos y así los examinadores en Selectividad se pegaran la hora y media diciendo: «Con las dos manos!!»
Lo cierto de todo esto que os cuento, es que la cara del camarero de tu bar de siempre cuando entres y le pidas un vaso fresquito de Oxidano, puede ser todo un poema.
Mientras, con tanto compuesto químico extrANO, me la cogéis con las dos manos.
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