Miras al cielo y el sol se marcha virando el azul Sevilla a un gris grisáceo horroroso que te quita las ganas de vivir.
Miras las calles y todas están como apagadas, sin farolillos, con charcos, fango y suciedad.
Miras tu móvil y solo lees noticias feas, luctuosas, paro, guerras, impuestos,…

Miras a la gasolinera por obligación y aún todo más oscuro salvo los dos euros que cuesta el litro de gasoil, esos sí brillan con fuerza, cómo brillaban mis billetes justo antes de dejármelos allí mismo para poder arrancar y seguir.
Miras y miras a todas partes y las caras son de pena, de sonrisas ficticias, de ritmos caóticos y canallas.
Miras y te ves en el espejo, intentas sonreír y te vas agachando la cabeza, aburrido de siempre lo mismo, asumiendo que es lo que hay.
Tal vez todo sea una extrapolación de un simple estado de ánimo pasajero…
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