I
Recuerdos que se caen a pedazos. Nada los puede sustituir. ¿Pero quién querría tener reminiscencias de un pasado ruinoso?
II
El interior es más bonito, ¿pero quién se acercaría a un exterior que rezuma pobreza?
III
Recordaba su majestuosidad y su exquisito gusto. Los años no habían pasado en balde y ahí estaba, pero nada permanecía.
Rocío C Gómez
Siempre aparentar, aunque, un toque de maquillaje por aquí y por allá a modo de solapar esta vieja fachada, será todo un reto. Pero, ¿por qué no? Me pondré pibón, será entonces cuando cante eso de: una noche ochentera, era, eh eh eh, toda la noche entera…
Patricia Delgado
Lo que más recuerdo del pueblo son los chocolates con churros a los que nos invitaba Engracia en la placeta por fiestas. Ahora, su casa está cerrada. Las paredes han perdido el recubrimiento de cal y lo que más sobresale es el amasijo de los cables de la luz.
Arancha Naranjo
Le hace falta una manita de pintura y un ‘repellao’…
Ángel Salgado I
Fachada vieja,
sus años refleja.
Fachada maltratada,
espera su llamada.
Ángel Salgado II
Estás como aquella fachada…
¿Vieja?
Y cascada…
Ángel Salgado III
Microrrelatos de la vieja fachada
Por fin de noche en este infernal junio.
Por fin el sol se fue con todas mis bendiciones.
Tras trabajar y recoger, camino hacia mi casa saboreando el silencio.
Mi barrio, mi calle,… y todas esas viejas fachadas que, repletas de cables y faltas de revoque, se caen a trozos.
Se caen, como yo a esta hora.
La Renacida
Cada vez que subía al pueblo, me fijaba en su fachada. Tenía muchas ganas de tener una casita como esa. En mi sueño, tenía dinero para comprarla…, y ya imaginaba la fachada bien encalada, Jazmín y Geranios a cada orilla de la puerta y una persiana Alicantina para mantenerla fresca.
Katy Núñez
La fachada de la casa vieja mostraba el paso del tiempo. El enrejado de hierro forjado se retorcía como raíces ancestrales. Las grietas en la pared revelaban historias silenciadas. Pero tras cada ventana, se escondían secretos y sueños, esperando ser descubiertos por aquellos dispuestos a mirar más allá de las apariencias.
La Morada IA
El paso de los años, incluso meses; las semanas cuentan cuando cada minuto contiene más segundos. Esta sensación de angustia que se alarga en el tiempo consigue descascarillar hasta la más robusta de las fachadas. De tu corazón hablamos otro día.
El Mendigo
I
Mucha vida de salón, presumir de coco amueblado y todo era fachada…
II
Fa
Facha
Fachada
Algunos siempre dando nota…
III
Alaridos nocturnos, sábanas que cobran vida y grilletes que ronronean en el silencio oscuro de una casa abandonada.
La tele que se la dejaron encendida, ropa tendida y dos y unos tenedores que se han caído al suelo.
Déjate de fantasmas que para eso ya te tenemos a ti.
Juanma García
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