La atracción parecía un monstruo mecánico en movimiento, girando y dando vueltas a gran velocidad. Las luces brillaban, la música sonaba y las risas se mezclaban con gritos de emoción. Mientras la gente gritaba, yo cerré los ojos y esperé a que llegara el final de esta locura.
La Morada IA
I
Gira el mundo por espacios infinitos… Juaaaaaaaaan!!!!
II
Un Kraken mecánico viene a por nosotros!!! Deja los porros, Juan. Mira! Ese que está vomitando en el primer microrrelato parece que te llama.
III
-Las vueltas que da la vida…
-Manolo, quieres bajarte ya que nos esperan en la caseta.
IV
El borracho, Juan, Manolo y su mujer se encontraron en la caseta y brindaron por la vida y sus coincidencias.
V
Si suponemos la velocidad angular que lleva en su extremo, el peso del niño y la longitud del brazo de ese pulpo gigante que da vueltas podríamos calcular si saliera disparado a la distancia a la que habría que poner la caseta de los niños perdidos.
VI
Lo siento, para Infierno, pisar sus calles. Ponme otra botellita y deja que los niños se diviertan.
El gofre pa’ti…
Juanma García
Metáfora veloz de la propia vida; vuelta y más vueltas cuando aún no eres consciente de la primera y de repente se puede parar todo y tu risa se queda ahí, helada, congelada, para siempre… por suerte, este dramatismo solo se refería a la típica foto del momento.
El Mendigo
No quiero la versión mini. Quiero el clásico de la calle infierno. Llámenlo canguro o pulpo. El de siempre. Porque lo que no cambiará es la adrenalina que se siente cuando esas patas se dislocan, subiendo y bajando al libre albedrío, sin permiso, sin vergüenza. Sin duda, cacharrito de cacharritos.
Patricia Delgado
I
Cosquillitas de felicidad que toman tu estómago. Las risas de los niños ya inundan tus oídos. Llega el momento de soltarse el pelo y volar…
II
Necesitaba alguna emoción, más fuerte o más liviana, pero que lo sacase de su ensimismamiento. Se asomó a la ventana y el viento le susurró el siguiente movimiento.
III
Mucho se quejaba, solo para intentar tapar la envidia que le ahogaba. Por no saber disfrutar de su juventud, la vida sentía que se le escapaba.
Rocío C Gómez
Decidimos pasar el sábado en el recinto ferial. A Jacinto le hacía ilusión montarse en el pulpo. Yo creía que era una atracción infantil, pero al bajar todo me daba vueltas, los oídos me pitaban de todo el griterío. Aquello, lleno de luces y colores, más parecía una invención diabólica.
Arancha Naranjo
Salir de la caseta apurando la copa, una vuelta por los cacharritos, un coco y ¡otro perrito piloto!
Ángel Salgado I
Tanta manzanilla y tanta cerveza que me creía que estaba en el multiverso…
Ángel Salgado II
Sube y baja, sube y baja… Parece un ascensor..
Ángel Salgado III
De día y de noche,
por su precio, un derroche.
Mareas a unos,
así llegan ya otros.
Subir, girar,
bajar, gritar.
El sonido musical
a todo volumen.
Del meneo infernal,
algunos presumen.
Nombre de animales,
rana, canguro o pulpo,
peor que entras, sales.
Si vomitas, no te culpo.
Ángel Salgado IV
¡En 50 palabras!, ¿qué es un pulpo? Una madre que está harta de trabajar y cuando llega a su casa se tiene que poner a fregar, a limpiar, a lavar…, y a recoger ropa, “eso es un pulpo y lo demás es tontería”. ¡Uy…! ¡Me sobraron siete palabras!
Katy Núñez
Mi nieta me coge la mano nerviosa.
«Abuela, al pulpo, al pulpo!!!» 12/50
Su manita en la mía se remueve mientras, con la otra señala la estructura medio arácnida. 28/50
«Te vas a marear, cariño!!!» 33/50
«No abuela, me agarro a ti y no tengo miedo!!!» 43/50
Le sonreí. 45/50
«Allá vamos, peque!!!» 48/50
«Juntas, abuela!!!» 50/50
La Renacida
Deja una respuesta