I
Forma arabesca que eres manantial de vida.
Historia de la vida que me cuentas a ratitos.
Disimuladamente aún vives, y nosotros vivimos por ti.
Agua, historia y vida que se funden en mis manos y mi ser.
II
Sigue brotando como si la vida no pasara.
Todo se detiene en su contemplación.
Con ella está asegurada la continua acción.
Vida que recrea vida mientras baila como zíngara.
III
Entonces se purificó los pies, las manos y la boca con ese agua que brotaba en manantial para todos. Y el aleteo de la pequeña mariposa que también quiso beber, se produjo a la par que su propia revolución.
Rocío C Gómez
Había una fuente en un antiguo pueblo con calles de piedra, escondida entre las sombras.
Se decía que estaba embrujada, que aquellos que bebían de ella quedaban atrapados en un oscuro hechizo.
Los valientes que se acercaron sufrieron pesadillas interminables, sus almas fueron condenadas a vagar por siempre.
El pueblo se llenó de misterio y desesperación, mientras la fuente malévola continuaba sedienta de almas perdidas.
Manuela Sánchez
Fue el acontecimiento del pueblo. La fuente prometida que daría la bienvenida a todo forastero. Luces de colores hacían de las suyas, alternándose con diversas acrobacias de agua en chorros. Fue bonito mientras duró….Tres o cuatro días…
Patricia Delgado
El sol caía a pedazos, todos teníamos el mismo espejismo: ver una fuente cerca donde poder saciar la sed de una mañana de visitas históricas, pero solo encontrábamos caños cerrados por la sequía. Al final encontramos un surtidor en el callejón de los milagros. ¿Sería real?
Arancha Naranjo
I
Tanto fue el cántaro que… se partió la fuente con la insistencia. Así son las cosas. El que la sigue, la consigue.
II
La prensa: mayor usuario de este tipo de fuentes.
Torpes, muy torpes con la sequía que tenemos que en vez de vender el agua, se dedica a vender humo.
III
Monedas contadas por miles, tantas como las ilusiones, tantas como deseos, tantas como ingenuos supersticiosos que confían en estas cosas.
IV
¿Os imagináis una de estas pero de Cruzcampo?
Siento haber creado esa necesidad.
Juanma García
La felicidad, eso que debe fluir como el cauce de un río en tiempos sin sequía.
Vuestra vida, aquello que no fluye y si lo hiciera lo haría a contracorriente.
La humanidad y su fluir.
El Mendigo I
Perdonen que divague pero vi agua caer y me dejé llevar. Con el vino pasa exactamente igual.
El vino, fuente de felicidad.
El Mendigo II (microrrelato encadenado)
Asomate a la galería.
Tú, si tú.
Por encima del la barandilla, sí.
Soy el espíritu del agua.
Estoy aquí desde que se pusieron éstos cimientos.
Arrullando sueños, acompañando horas.
Soy aquella que te refresca en las horas más duras de la canícula y te avisa del frío al convertirme en cristal, en los cortos días de enero.
Soy la vida.
La Renacida
Tú, mi vida, mi complemento,
calmas mi sed y mi tormento.
Tus besos refrescan mis sentidos.
Tan fluida y tan inquieta,
inundas cada poro y cada grieta
de los calvarios sufridos.
Transparente alma que en ti llevas
no me faltes, no te atrevas,
aunque vivamos escondidos.
Ángel Salgado I
Tú, el agua que me da la vida.
Ángel Salgado II
Tú, el agua; yo, la vida. ¿Nos arriesgamos?
Ángel Salgado II bis
Caminante no hay camino…sin un poquito de agua para continuar.
Ángel Salgado III
Correr, subir, bajar, saltar, caer… Tras varias horas jugando en el parque, llegó su merecida recompensa.
Ángel Salgado IV
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