I
La abuela siempre decía que hay que aprovechar los momentos más dulces, que los amargos ya vienen solos. Ahora, en verano, hacemos macedonia en su honor.
II
La manzana, presa de la duda, espera.
El plátano, verde amarillento, incapaz de decidir su color.
La naranja, amarga del árbol citadino, dulce del campo, cada cual a su manera.
Pero de tal brebaje se saborea próximo el dulzor.
III
La manzana no llega a mañana, la fresa casi presa se ha de rescatar, la pera ya casi no espera, la uva en duda, la sandía en su último día… ¡Habrá que hacer macedonia para poderlas disfrutar!
Rocío C Gómez
I
-¿Qué peras?
-A mi primo que viene a recogerme…
II
-¡Qué peras!
-Recién compradas. Están dibujadas.
-No, no me has entendido…
III
Uvita, uvita, uvita, uvita,…
Empezar y no parar. Cómo si fueran pipas!!!
IV
-De verdad que parecen dibujadas…
-Es un dibujo de nuestra inteligencia artificial. Claro que están dibujadas!!!
V
¿Y nadie le va a escribir al mantel?
VI
¿Zumo de fruta…? (Ahórrense la rima)
Juanma García
Microrrelato de humor
En una fiesta de cumpleaños, había una macedonia de frutas tan exquisita que todos querían probarla. Un invitado llenó su plato de la deliciosa mezcla y fue directo a darle un bocado. Pero justo en ese momento, alguien gritó: «¡Espera, cuidado con la piña!» El invitado asustado se detuvo, miró su plato confundido y dijo: «¡Ups! ¡Y yo que pensaba que las frutas eran inofensivas!»
Microrrelato irónico
En un mundo donde las frutas tenían personalidades, la naranja siempre presumía de ser el centro de atención. «Soy la más jugosa y refrescante», decía con orgullo. El plátano, cansado de sus comentarios, respondió: «Claro, pero solo sales en verano, mientras yo soy popular todo el año».
La Morada IA
Si Forrest pensaba que la vida es una caja de bombones, yo estoy segura de que es una macedonia.
Los días perfectos son fresas recogidas en su sazón, dulces y crujientes, con un transfondo ácido, que equilibra.
Los días sencillos son cómo manzanas golden, tan naturales que casi no importan.
Están los días brillantes, llenos de luz y color, cómo la sandía.Y los días empalagosos cómo ese melón cantalup que parece pura miel.
Y, así, cada día tiene su sabor, su color y su olor característico que lo hace único.Mi sabor favorito?: Sín dudarlo, la chirimoya.
Una fruta dulce con un punto rasposo y que, con un poco de suerte, hace que te crezcan… las ganas.De vivir.
La Renacida
Manzana, fresa y melón.
A mí me gustan un montón.
Cereza, kiwi y manzana,
mezclada como me da la gana.
En italiano tutifruti.
Sólo tienes que hacer «cuti»
Y comer la macedonia
con placer y parsimonia.
La Renacida II
Bodegón de vida,
déjanos solos
que en ti ya no creo.
Bodegón de vida,
tus falsos tonos
en mis huesos acarreo.
Bodegón de vida,
de mis enojos,
en mi soledad, alardeo.
Ángel Salgado I
Colores y más colores, las frutas de los bodegones…
Ángel Salgado II
Todo el año comiendo pasteles y ahora a subir fotitos saludables.
Ángel Salgado III
Lo mejor de las reuniones familiares eran las macedonias de tía Águeda, ama de casa de los cincuenta, guitarrista en una banda de rock juvenil. Mientras comíamos la fruta macerada en una buena dosis de licor nos contaba sus viajes en una furgoneta. Acabábamos muertos de risa y con resaca.
Arancha Naranjo
Cada uno que lleve lo que quiera, dijeron. Por momentos, la fresca y saludable macedonia, se convirtió en un cóctel afrutado, con su poquito de vino, algún que otro licorcito y azúcar. No sé si me precipité con la sangría. Finalmente fue un acierto, y lo sabes.
Patricia Delgado
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