El Betis de Pellegrini vivió una dolorosa eliminación de la Copa del Rey en Mendizorroza ante el Alavés, consolidando su segundo fracaso de la temporada después de su despedida en la UEFA Europa League. En un encuentro donde el equipo andaluz mostró una versión irreconocible, el único gol de Benavidez sentenció el partido a favor de los vascos.
Desde el inicio, el Alavés destacó por su intensidad y voluntad, reflejando su superioridad en el campo desde el minuto uno. Aunque el marcador fue corto para los merecimientos del equipo vitoriano, la mala fortuna y el desacierto de Kike García dejaron con vida a un Betis que parecía un equipo desorientado, sin presencia en el área rival y sin control del juego.
El Betis, que parecía haber quedado aturdido desde su anterior encuentro, no pudo contener los embates del Alavés, que en diez minutos rozó el gol en tres ocasiones, incluyendo un cabezazo de Tenaglia al poste. El equipo verdiblanco logró igualar la contienda en algunos momentos, pero la falta de claridad en la medular y la desconexión de Isco contribuyeron a su desdibujada actuación.
La segunda mitad mostró una repetición del desempeño pobre del Betis, con el Alavés demostrando solidez y manteniendo la ventaja. El gol de Benavidez, tras un mal despeje de la zaga bética, selló la eliminación del Betis, que no logró reaccionar. Ni los cambios de Pellegrini, incluyendo la entrada de Fekir, surtieron efecto. A pesar de algunos intentos finales a la desesperada, el Betis se marchó de la Copa del Rey sin amenazar a un Alavés que estará presente en el sorteo de octavos de final.
El desenlace en Mendizorroza demostró que el Alavés merecía su pase a los octavos de la Copa del Rey con su enfoque más intenso y su determinación desde el pitido inicial. La mala fortuna, encapsulada en el remate de Tenaglia al poste y los fallos de Kike García, actuaron como baluartes que permitieron al Betis mantenerse con vida, pero no pudieron maquillar la desorientación general del equipo andaluz.
La falta de respuesta ante la presión rival y la repetición de errores tácticos evidenciaron una crisis palpable en el conjunto verdiblanco. A pesar de contar con jugadores destacados como Ayoze, Isco y Assane, el Betis careció de cohesión y dirección, permitiendo que el Alavés se destacara y sellara una victoria merecida. Esta eliminación en la Copa del Rey añade más presión a un Betis que se enfrenta a un periodo crítico, donde la recuperación de su identidad de juego se vuelve imperativa para revertir la tendencia negativa de esta temporada.
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